Capítulo 41

1.3K 205 230
                                    

Mi mente estaba corriendo a un millón de millas por hora. No había manera de negar que Vic y yo teníamos una relación. Los mensajes de texto hablaban por sí mismos. Estaba seguro que el último que mandé era uno diciendo que lo amaba y él respondió diciendo que también me amaba. No había nada que pudiera hacer para hacer que la situación se fuera, así que ahora solo estaba concentrado en que Vic no fuera a la cárcel y tendría que mentir para asegurarme que eso no pasara.

—¿Y qué? Solo son mensajes. Eso era lo que siempre esto fue —les dije.

—Kellin, vas a tener que quedarte callado hasta que los separemos y los llevemos a la estación —dijo el Oficial Elmakias, pero no me quedaría callado. Vic y yo necesitábamos tener la misma historia.

—¿La estación? ¿Por qué? No hicimos nada malo. Le coqueteé y él me rechazó —Elmakias hizo un movimiento para decirme que me callara, pero continué para que Vic supiera lo que tenía que decirle a la policía.

—Me rechazó, pero luego nos enamoramos del otro, pero él nunca me tocó, ni una vez. Íbamos a esperar hasta que se terminara la secundaria, ¿cierto, Vic?

Miré directamente a Vic, quien parecía que iba a enfermarse, pero asintió rápidamente. Me echó un vistazo, preocupación llenando sus ojos, antes de mirar a los otros. Todavía no había dicho nada.

—Suficiente, Mr Fuentes, necesito que coopere y venga conmigo hacia la estación —le dijo a Elmakias a Vic, y Vic asintió. Él era el adulto en esta situación. Él iba a tratar de ser responsable, dejándome ser el que se pone irracional y tiene ataques de emociones, y podía sentir uno grande aproximándose.

—Necesitaré que traigan a Kellin a la estación de inmediato —le dijo Elmakias a mi madre, a lo cual ella solo asintió. Me miró como si fuera el peor chico del mundo, pero me rehusé a sentirme culpable. Estaba tan enojado con ella. Eché humo en silencio mientras que Vic fue sacado del edificio. No quería empezar a hablar porque una vez que comenzaba, probablemente no sería capaz de contenerme y no podía dejar que la verdad saliera en frente del Principal Holland. Una parte de mí estaba siendo tan racional y la otra parte quería arrancarles las malditas cabezas a todos. Sabía que era mi medicación la que estaba manteniendo mis emociones estables ahora mismo.

—Lamento que esto haya sucedido justo delante de mis narices —le dijo el Principal Holland a mi madre. Bufé y sacudí mi cabeza.

—Nada pasó —dije a través de mis dientes apretados y antes de que dijera algo más, marché pasándolos de largo. Me dirigía hacia el estacionamiento para que mi madre pudiera llevarme a la estación de policía. No quería ir a ninguna parte con ella, pero tenía que estar ahí para Vic.

Va a odiarme, sé que lo hará. Fue mi culpa que tuviéramos una relación. Fue mi culpa que nos descubrieran. No podía creer que fui lo suficiente estúpido para dejar ese puto dibujo solo ahí afuera, solo que no estaba solo ahí afuera. Lo había escondido en un cuaderno en el cajón inferior de mi escritorio, donde pensé que nadie nunca lo vería. Cuando llegué al auto, di la vuelta y vi que mi madre me había alcanzado.

—¡Eres una maldita perra metida! ¿Lo sabes, cierto? —le grité.

—¡No me hables así, Kellin! —gritó en un susurro. Todavía había unos cuantos estudiantes en el estacionamiento y la última cosa que quería hacer era crear una escena, así que cuando mi madre abrió las puertas del auto, entré y cerré la puerta de un portazo. Ella también entró y ahí es cuando comenzaron los gritos.

—¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! —grité—. ¿Por qué no me fuiste donde mí primero? ¡¿Sabes cuánto podrías joder la vida de Vic?!

—¡Está rompiendo la ley! Está aprovechándose de ti. ¡No está bien! —me respondió gritando mientras prendía el auto y salía del lote.

The Trouble On Your Lips (Kellic) [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora