Blind

Capítulo 20

Noa miró su anillo un par de veces antes de volver la vista al campo. Allí, en Mestalla, se estaba celebrando la final de la copa del rey que enfrentaba al Atlético y al Sevilla.

Acababa de comenzar la segunda parte y el Sevilla ganaba 1-0.
Antoine acababa de salir al campo, pues una pequeña torcedura de tobillo lo había tenido apartado de los terrenos de juego dos semanas.

Nada más comenzar la segunda mitad, Lucas robó un balón en defensa y se la dio a Saúl, el cual le dio el contraataque a Antoine.

Antoine se quedó solo ante Sergio Rico, que vaciló y Antoine no falló.

Lo celebró con Koke, a su manera.

Las chicas se abrazaron en la grada. Solo tenían que marcar otro y aguantar.

En el minuto 85, un robo impresionante de Saúl y una jugada preciosa de Antoine acabaron en gol por parte de Torres.

El partido acabó con ese 2-1.

–¡CAMPEONES!–gritó Saúl con rabia mientras abrazaba a Torres, que lloraba emocionado.

El equipo subió a recoger su trofeo. Gabi invitó a Torres a levantarlo con él y ambos lo alzaron.

                                 (...)

Simeone les pidió calma, aunque no impidió la celebración. Les quedaba una semana para preparar la final de la Champions, querían el doblete pues, la liga, la había ganado el Barcelona.

La final contra el Bayern no fue sencilla.
Las chicas, desde la grada, sufrieron más que nunca. Las cuatro veces que se habían enfrentado al Bayern se habían saldado con dos victorias para cada equipo, las dos de cada uno en casa. No sabían qué podía pasar jugando en un estadio extraño a ambos, pero confiaban. Era el Atlético, ese Atlético que nunca dejaba de creer.

Simeone salió con todo. Desde la lesión de Gameiro la titularidad en la punta era de Torres y, a la vuelta de este, se reformó el equipo.

Pese a que Oblak estaba recuperado, Simeone le concedió la portería a Moyá, que había hecho una campaña espectacular.

La defensa fue para los de siempre: Lucas, Giménez, Godin y Juanfran.
En el medio estaban Saúl, Gabi y Koke.
Arriba, Griezmann, Gameiro y Torres.

El partido comenzó con el control del Bayern, pero el Atlético cogió ritmo y asedió la portería.

El primer gol llegó de mano del equipo español, una jugada entre Koke y Saúl acabó en gol por parte de Griezmann, que celebró con sus compañeros el tanto.

El equipo alemán quiso poner las cosas difíciles, y diez minutos después marcó Lewandowsky de falta.

El segundo tiempo fue para los españoles, que marcaron tres tantos.

Griezmann se hizo con el hattrick, y por si quedaba alguna duda del liderato de los españoles, Torres marcó el cuarto.

Terminado el partido, el equipo levantó su primera Champions. Y es que aquel era su momento, habían sido superiores toda la competición, eliminando a rivales como la Juventus, o el propio Real Madrid.

El equipo bávaro había caído como todos los demás y el Atlético era rey de Europa.

                                (...)

La fiesta del Calderón fue increíble. Era el último año del estadio y por fin le habían dado a la afición esa corona de Europa que tanto deseaban.

Griezmann y Torres fueron los más coreados. Ellos habían levantado la corona.

Las chicas vivieron todo desde la grada hasta que sus chicos las bajaron.

Lucas cogió a Laura y Lourdes para hacerse una foto con ambos trofeos y Amil los acompañó.

Saúl cogió a Rose y le dio la mano a Luna. Primero se agachó él solo con el trofeo y luego salió con su hija y su ya mujer.

Antoine fue el último en hacerse la foto con los trofeos; bajó a Noa al campo para que se sacara la foto con él. No pudo evitar rodear el vientre de su chica con uno de sus brazos y, con el otro, adoptar la pose que tanto había usado esa temporada. Esa del baile de Drake.

Y es que, para Antoine Griezmann, había sido una temporada redonda.

                              (...)

Las vacaciones de verano las pasaron en España.
Noa ya no podía viajar y Antoine no quería dejarla sola en ese momento, así que fueron sus padres los que visitaron Madrid.

Luna, Saúl y Rose viajaron a Canarias para visitar a los hermanos del chico.

Amil, Lucas y las pequeñas sí volaron a Francia para visitar a la familia del francés.

La gran duda la tenia Antoine. ¿Debía quedarse en el Atlético? ¿O irse a otro club para probar cosas nuevas?

Sabía que, si se iba, debía decidirlo en ese momento. Su destino más factible era Alemania, pero él era tan feliz en Madrid...

Su decisión final la tomó tras unos días de reflexión en soledad. Se quedaría en Madrid. Quería seguir jugando de rojiblanco. La celebración en el Calderón, la afición, Neptuno... El Atlético era el segundo club de su vida solo tras la Real Sociedad.

                          (...)

A mediados de Octubre nacieron los pequeños Diego y Marcos.

Antoine no cabía en sí se felicidad. La temporada avanzaba favorable al Atlético, que era líder en solitario tras diez jornadas, y él ya era padre.

–Gracias por hacerme feliz, amor–besó a su novia

–¿Están fuera Amil y Luna?–preguntó ella

–Lucas y Saúl –sonrió él –. Las chicas están con las niñas fuera.

Noa asintió y bostezó.

–Es mejor que duermas –besó su frente–. Es lo mejor que puedes hacer.

                              (...)

Antoine Griezmann ganó, en 2018, su primer balón de oro. Nadie dudaba de su increíble estado de forma ni de su maravillosa temporada.

Tenía muchas ofertas encima de la mesa, pero él quería seguir en el Atlético.

Torres y Gameiro se convirtieron en sus compañeros en la punta y Antoine se asociaba a la perfección con ellos.

                             (...)

–Ya estoy en casa–Antoine entró sonriente y besó a su mujer, que estaba durmiendo a Marcos.

–¿Y Diego?

–Dormido.

–¿Estás bien, amour?

–Sí. Es solo que estoy cansada–suspiró

Antoine le arrebató al niño y lo durmió rápidamente.

–Es mejor que descanses.

–Acabas de llegar a casa después de estar una semana fuera, quiero aprovecharte.

–¿Y de qué modo?–Antoine sonrió pícaro y besó a su novia

La recostó en el sofá y se dejaron llevar.