❝PROSTITUTION❞ ━KOOKV

001

—¡Hasta mañana, señor Yeul! —aquel día había sido agotador para el castaño, poca paga y un largo camino por recorrer hasta su hogar.

Esa no era la vida que algún día habría querido, pero, desde que su mamá enfermó, era lo mínimo que podía hacer.

—Diablos, con esto no me alcanza ni para dos meses. —trataba de hallar algún dinero extra, sin embargo, nada de eso pasó. —Tampoco para las medicinas de mi madre.

Intentó calmar las pequeñas lágrimas que descendían bajo sus ojos y se dispuso a apresurar el paso, si es que quería llegar para la cena.

Al llegar, saludó a la señora Kim de la forma más gentil posible. La adoraba, y además, era como su mejor amiga.

—¿Estás mejor, mamá? —preguntó esperanzado.

—Oh, cariño. —tosió—Claro que lo estoy. —terminó la oración con una sonrisa.

—Verás que mejorarás, ten. —le dio una sopa de pollo recién hecha. —Tómalo y te sentirás mejor.

Había gastado el poco dinero que tenía para comprar en una tienda, algo de comida.

—Gracias, mi lindo niño. —trató de reincorporarse y agarró un pequeño cofre de su escritorio.

—¿Q-Qué es esto? —cuestionó.

—Feliz cumpleaños. —le dio aquel preciado obsequio.

Ese collar tenía grabado las siglas “TH” y en la parte posterior, un corazón que daba a mostrar la diminuta foto de su antigua familia.

Su padre, su adorada madre y él.

Si tan solo todo hubiera sido distinto. Si tan solo no hubiera muerto su padre, si tan solo.. Hubiera podido cambiar todo.

—Mamá, no. Esto debió haber costado una fortuna. —intentó regresárselo, pero fue en vano.

—Mi amor, tu padre y yo lo tuvimos guardado desde que tenías once.—tosió una vez más. —Te lo íbamos a dar en tu cumpleaños número diecisiete. —prosiguió—Ahí lo tienes.

—Oh, mamá. Te adoro. —la abrazó.

—También yo, pequeño. Ven, a dormir. —se hizo para un lado de la cama.

Sí, a penas podían pagar un departamento. En el que vivían había: solo una cama (mayormente ocupada por su madre), una cocina diminuta, un baño y una “supuesta sala”.

—Buenas noches.

—Buenas noches, hijo. —le dio un beso en la frente.

Si tan solo pudiera cambiar su destino, lo haría.