❝PROSTITUTION❞ ━KOOKV

030

¿Min Yoon Gi un cabrón? Oh, era peor de lo que se esperaban.

Los artilugios que poseía en cada fibra de su cuerpo eran notablemente apacibles. Mientras que caminaba y trataba de cambiar de dirección a cualquier lugar menos al cuarto del niño que tantos problemas había causado, una vena se formaba en aquella frente tan pálida. 

Todo era por causa del estrés continuo que le hacían pasar. Yoongi odiaba sentirse como una marioneta, lo detestaba mucho.

A él y a todos los imbéciles del lugar.

Aunque... Por más que lo negara, sería en vano mentir al decir que una mueca no se formaba en sus labios cada vez que se acordaba del pelinaranja tan frágil ante su merced, pero que ahora... Cada vez que lo veía tan demacrado no le provocaba absolutamente nada. Es más, con las continuas veces que había ido a ver a Taehyung para alimentarlos y cambiar sus ropas, solo veía su delgada espalda junto a esas cadenas y eso lo dejaba intranquilo todo el maldito día. Supuestamente cada vez que iba, él estaba profundamente dormido.

¿Cuántas semanas había pasado desde que Jungkook le había encargado tal tarea? ¿Una semana? Eso creía, aunque no quería equivocarse en las fechas. 

—Se cumplirá una semana hoy con la llegada del Jefe al prostíbulo. —uno de los hombres le confirmó la fecha que Yoongi le había consultado desde el preciso momento en que habló con Jeon. —Estuvo en uno de los prostíbulos en Busan, al parecer la noticia del imbécil que se escapó se esparció tan rápido que otros quisieron hacer lo mismo.

Asintió mientras trataba de alejarse sin hacerse notar. Mierda, eso lo había dejado helado. ¿Sentía culpa? No, no podía ser eso. Era su trabajo, aquel que lo mantuvo con alimento suficiente desde pequeño. Era algo de cada día, ver cuerpos demacrados y puestos para los demás hombres viejos era algo común en su vida.

Pero había algo.. Sentía algo. Toda esta estupidez le costaría la vida completa. No había nada de bueno en ser un santo y hacer favores a los demás. Todo esto le hartaba. 

—Taehyung, soy yo. —Yoongi habló al entrar al cuarto y verlo hacerse el dormido junto a Jimin, quien parecía lograrlo fácilmente como un profesional. 

—Oh, lo siento, mucho—se volteó rápidamente—. Pensé que eras uno de ellos. 

El pelimenta negó mientras dejaba una de las cobijas en el colchón del castaño. Mientras este trataba de levantarse con ayuda de la pared, Yoongi se dio cuenta de que aquellas mechas verdes estaban desapareciendo, su cabello había crecido mucho desde que intentó escapar. Tenía que cortárselo pronto, al Jefe no le gustaba los jóvenes que tenían el cabello tan largo, pues le inquietaba demasiado, aunque en realidad nunca supo el porqué. 

Yoongi y Jin eran los que se ocupaban de que todo estuviera en su lugar, incluyendo la apariencia de estos chicos.

—Taehyung, debemos hacer algo con ese cabello. —le dijo mientras lo veía comer. 

El castaño no respondió, se encontraba muy hambriento y cansado. Solo asintió mientras trataba de limpiar el resto de comida de sus labios y le pedía ayuda a Yoongi para que pueda tapar a Jimin con las nuevas cobijas.

Vio sus ojos y sintió su respiración pesada. ¿Park Ji Min seguía dormido? No le creía absolutamente nada. Parecía como si fingiera solo para no estar con él.

Bueno, quién lo culpaba. Nadie quería estar cerca de Min Yoon Gi, ni él mismo.

—No sé cómo me veo... No me he visto en un espejo desde que estuve con Jin en la misma habitación. —eso había sido desde hace mucho, entonces.