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Al abrir los ojos, sentía una pesadez en todo el cuerpo que no lo dejaba en paz. Jin realizó los trabajos rápidamente para regresar con el pequeño.

Mientras que Taehyung, dejaba todo en su lugar para no ser un fastidio.

Él no sabía como lavar las cosas y luego tenderlas porque era un problema estando encerrado en un cuarto—sótano, así que solo las enjuagó un poco.

Tiempo después, Jin llegó apresurado al lugar, era tarde.

Él debió haber hecho las cosas más rápido, pues, Hyuk ya estaba sospechando.

—Lamento la demora, Tae. —llegó al cuarto quitándose los zapatos desgastados. —Tenemos menos de tres horas.

—Jin, no se preocupe. —se levantó ayudándole a guardar sus prendas. —He ordenado un poco, además de darle estilo a mi cabello.

—Estás muy bello. —sonrió.

Taehyung quedó mudo al escuchar la oración.

—G-Gracias.. —volteó rápidamente.

El mayor al darse cuenta de la incómoda situación, cortó todo contacto visual. —¡Apresurémonos! —corrió por una de sus prendas.

—Ten. —le dio aquella falda corta. —Debes usar cosas así, ¿de acuerdo?

—Está bien.. —asintió no muy convencido dejándola en el colchón. —¿Qué me enseñarás hoy? —se sentó sintiendo la presión de su cicatriz mostrando una mueca de dolor.

—Lo básico. —llevó su vista al traje con falda y negó. —Es un alivio que no esté arrugado.

—¿Todos aquí te dan la ropa planchada? —la tocó con sus delgados dedos dejándose llevar por la textura suave.

—A veces. —se encogió de hombros. —Deberás ponerte eso, lo que te lleva al paso tres.

Caminaba de un lado a otro, sintiendo la garganta seca. Sus manos sudaban y cabellos castaños bailaban al compás de sus pies.

¿Debería volver a repetir todas las reglas?

—Paso número uno. —hizo el número con el índice. —Haz todo lo que te digan; aquí no tienes derechos. Si te piden cosas, debes hacerlas, fin.

—¿No es peligroso? —preguntó.

—No. Solo hazle caso a los superiores hombres de Hyuk, y a él obviamente.

—B-Bien.. —guardó la primera regla en su cabeza.

—Número dos—se acercó a él haciendo contacto visual. —, debes olvidarte de la dignidad, Taehyung. Eso aquí no existe, ¿entiendes?

—J-Jin...—el menor se estaba asustando.

—Si debes ponerte un traje extremadamente pequeño, lo harás. —señaló la falda. —Si debes bailar o realizar un acto, hazlo. —señaló la puerta. —Lo que nos lleva al número tres.

Taehyung no dijo nada, quería guardar toda la información en su cabeza pero era inútil.

—Cumple con tu trabajo; sin peros, o miedos, ni vergüenzas. —llevó las manos a su cadera. —El "no quiero", o el "no puedo", no existe.

—En eso.. En eso yo demoraré más.

—¡No! —gritó haciendo estremecer al castaño peli verde. —Ese es el número cuatro... —caminó de nuevo hacia la parte de sus cajones de ropa.

—¿Jin hyung? —no podía voltear su cuerpo; los dolores aún no paraban. —¿Estás bien?

—Paso cuatro. —llegó. —Debes ser otro, TaeTae. Allá afuera.. —Taehyung giró su cara para no verlo ante la vergüenza. —Tae, mírame.

❝PROSTITUTION❞  ━KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora