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Sentía que lo observaban.

Taehyung terminaba de limpiar los últimos residuos que aquella joven pareja había dejado sobre la mesa.

No pudo evitar soltar alguna risa nerviosa al ver que había un joven detrás de unos arbustos. Movió su cabeza en señal de negación y regresó a la cocina.

—Tae, ¿estás bien? —su rostro se veía algo pálido, traía unas gafas que ocultaban aquellas notorias ojeras causantes del desvelo por proteger a su mamá.

—S-Sí. —respondió. —Solo, solo no he dormido mucho.

—Tómate diez minutos, los mereces. —le dio unas cuantas palmadas en la espalda y se fue.

Fue al baño y respiró profundo, no era la primera vez que eso ocurría para ponerse tan "nervioso", había pasado todo un mes sintiendo miradas en su escuela, hogar, vecindario, y por último, su trabajo.

—Tranquilízate, Taehyung. —habló consigo mismo confiándose que nada aparecería. —Es solo tu tonta imaginación. No hay un tipo observándote, no hay nada de eso.

Regresó pasado los diez minutos a su puesto y atendió a unas cuantas personas más antes que aparezca tal sujeto.

Traía puesto una sudadera negra, jeans rotos, el cabello un tanto maltratado por el tinte verdoso y unas gafas oscuras.

Era apuesto a pesar de su notoria palidez.

—Hey, chico. —alzó el brazo para llamar su atención. —Debes atender aquí.

—Disculpe, tenga la carta. ¿Qué querrá? —le recordaba al sujeto que lo había observado detrás de los arbustos, pero no hizo caso.

—Solo quiero un americano y un sándwich especial.

—Enseguida, señor. —se llevó la carta y puso el pequeño papel en la cocina para que preparen aquel platillo.

Cuando pasaron los quince minutos, el pedido estaba listo y Taehyung feliz de no seguir esperando tanto tiempo.


—Tenga. —sus delicadas manos sirvieron el café recién preparado.

—Gracias. ¡Oye, espera! —le gritó.

—¿Si? —sonrió.

—Sé que trabajar aquí debe ser algo horrible, lo digo por experiencia propia. —se señaló a sí mismo. —Quería saber si te interesa trabajar en alguna empresa con muy buena paga.

—D-Disculpe señor, no puedo aceptarlo. Es muy pronto todo.

—No me rechaces, chico. Mañana volveré, te daré unos cuantos detalles.

Sin más, se retiró pagándole lo debido dejando a Taehyung perplejo.

¿Qué acababa de ocurrir?

¿Qué acababa de ocurrir?

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—Sí, jefe.

—¿Encontraste a alguien?

—He seguido a un chico por un mes, vale la pena.

—Más te vale.

—En serio. Es apuesto, alto, delgado y posee facciones realmente delicadas.

—¿Cómo se llama? ¿Edad?

—Kim Tae Hyung, 17 años.

❝PROSTITUTION❞  ━KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora