❝PROSTITUTION❞ ━KOOKV

027

Jungkook estaba convencido de eso, sería un gran plan. Namjoon y Jin, aun estando separados, pensaban como uno solo.

Se sentía bien, sentía que estaba haciendo algo bueno por su vida.

—Entonces, tú te encargarás de él a partir de ahora—prosiguió—, tal vez no detengamos que a los demás les inyecten la nueva droga, pero a él y a su compañero, sí.

—Hay más... Hay más personas que conozco... Hoseok, Jin...

—Son listos y los favoritos de tu padre.

—Nam...

—Ve ahora, él debe estar esperándote.

Asintió para poder marcharse sin más.

Tocó tres veces la puerta para ingresar a la oficina de su padre.

—Me llam-

—¿En dónde mierda estabas? —le tiró una cachetada.

Jungkook sintió sus ojos picar, él siempre había sido así.

Tosco, agresivo...

—Tenía unos asuntos, padre. —volteó la mirada para encontrarse a...

A Yoongi, con un moretón en la mejilla izquierda.

¿Qué mierda estaba pasando?

—Me he enterado que hay personas que ayudan a estos imbéciles de aquí—Hyuk volteó a ver a Yoongi—, que piensan que por ser solidarios, les caerá una bendición del cielo.

—Padre, yo-

—Sé que eres alguien de fiar, eres de mi propia sangre, por lo que-

Paró, no podía tener al idiota de su asistente ahí.

—Lárgate, Suga. Y espero que sea tu última vez.

Yoongi asintió para hacer una reverencia y retirarse.

—Como decía, sé que eres alguien de fiar...

—Yo puedo observar a V—habló—. Padre, sé más que a nada en el mundo que deseas que ese idiota esté quieto y cumpla con su trabajo. Yo puedo tener ese papel, ¿quién sabe si uno de tus hombres es tu enemigo? Yo soy tu hijo, tu sangre. Y no puedo fallarte.

Practicó todo lo que pudo en los minutos que tuvo con Namjoon.

Su padre parecía procesarlo, pensaba mucho en V.

Sus facciones, su cuerpo de mujer: era una pieza valiosa en su negocio.

—De acuerdo, Jeon Jung Kook.

Lo demás fue práctica, le dijo todo lo que debía saber. Así como también los horarios y los castigos si eran necesarios.

Claro que ya no podía ser de los malos, ¿no?

Al salir de la oficina, vio a Yoongi sentado en cuclillas.

—Te dije que no me metieras ni te metieras en mierdas por ese chiquillo—se paró—, ¿qué diablos te pasa, eh?, ¿quieres que tu propio padre te asesine?

—Yoongi, no lo sé... —rió.

—Para esto, ahora.

—Siento que lo conozco de otra vida, necesito protegerlo, ¿no lo entiendes?—aclaró su memoria—, ¿o así no te sentías antes por Hyuk Oh?

—Y lo mataron por mí.

—No, Yoongi, él dio la vida por ti. Valora eso. —se fue sin más.