14. Amarillo.

414 32 1
                                    

Después de revolver entre su ropa, se rindió. No tenía ni una blusa amarilla. Se rió consigo misma ante tal situación, ella frustrada por no tener ropa amarilla.

-Tendré que llamar a Jamie.

Dijo con las manos en la cintura, observando el desastre que había dejado sobre su cama, si no lo guardaba todo en ese momento no lo haría después, se conocía a sí misma demasiado bien. Dobló rápido lo que pudo y lo dejó en un sitio de la cama, tomó su teléfono para llamar a su amiga y lo puso en altavoz, así podía seguir doblando la ropa que había sacado.

-Oh, parece que tienes unos minutos en tu apretada agenda y te acordaste que tienes una mejor amiga.-el tono sarcástico de Jamie hizo reír a Agi.

-Lo siento, no me olvido de ti, de hecho no lo hago porque tengo cosas que contarte.-caminó con varias prendas entres sus brazos para acomodarlas en su armario.

-Entonces hazlo, ¿Tuviste tu cita con Zach?

Agatha suspiró, no pudo contener una sonrisa.

-Es una persona maravillosa ¿Sabes? Creo que realmente te debo una grande por prácticamente obligarme a llamarlo yo. -rió. -Pero no te llamaba precisamente para eso, en realidad iba a preguntarte si tendrías ropa amarilla que me prestes. -volvió al armario para seguir acomodando.

El silencio se hizo por un momento, quizá Jamie estaba creyendo que no había escuchado bien.

- ¿Amarillo?-se burló. - ¿Acaso no detestas el color amarillo? De todas formas ¿Para qué?

-Sí, odio el amarillo-sonrió. -Pero hice una apuesta con Harry y bueno, perdí. Ahora iré vestida de amarilla para el ensayo. - se encogió de hombros aunque Jamie no pudiera verla.

Ella soltó una carcajada.

-Se están llevando bastante bien ¿No?

-Sí, Harry es genial. - sonrió.

- Amarillo...-murmuró como si pensara. -Bien, solo tengo un vestido y... una camiseta pero no es muy bonita. -dijo la chica.

Agatha lo pensó un momento.

-Voy a tu casa, así veo la camiseta o me pongo el vestido.-respondió y se acercó a tomar el teléfono.

-Está bien, entonces te espero.

Terminó la llamada y Agi se apresuró a guardar lo que restaba de su ropa, se dio una ducha y salió para la casa de Jamie. ¿Por qué aceptó el reto amarillo?

*

Amarillo, amarillo... Sus ojos azules grisáceos, su largo cabello castaño, su figura cubierta de ropa color amarillo, ella iba a verse preciosa. Se acercó a su armario y sacó la ropa que usaría, sus inseparables jeans negros y una camisa. Se metió a la ducha dónde tardó al menos 13 minutos. Se vistió y se tiró en la cama para mensajear con los chicos, eran casi las tres de la tarde y Ann había tocado a su puerta para obligarle a bajar y comer algo, de mala gana Harry lo hizo. Cuando la insoportable nueva familia de su padre estaba en casa, Harry prefería evitarlos el mayor tiempo posible.

- Me gusta tu camisa.- señaló, Debanhi.

Harry la miró extrañado, una ceja alzada y una mueca de asombro.

- ¿En serio? -preguntó plasmado. Ann pisó su pie un poco y Harry inmediatamente se aclaró la garganta. -Digo, gracias.

¿Esa era Debanhi? Quizá la niña ya estaba madurando. Aunque lo dudaba, necesitaría un milagro para que Debanhi fuera menos... Debanhi.

Perfecta Armonía. (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora