23. Destinados al fracaso.

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-Harry- murmuró. -,esto es muy confuso. Te quiero, más de lo que creí llegar a quererte. Pudo confiar en tí y sé que siempre estás dispuesto a escucharme y ayudarme.-se separó de él, con todo el pesar de su alma, Harry la dejó.

La gente alrededor no se había dispersado del todo, algunos curiosos aún observaban la conmovedora escena.

- Necesito tiempo para descifrar lo que siento. Por favor, trata de entender. Lo mejor será que nos mantengamos alejados un tiempo, así puedo ser capaz de pensar las cosas con tranquilidad.

- ¿Qu-qué hay de la banda?- preguntó Harry, tembloroso.

Agatha suspiró y apartó la mirada durante unos segundos, viendo cómo la gente poco a poco se iba, al no ver nada más interesante. Regresó su mirada a Harry e hizo una mueca.

- No sé.- se encogió de hombros. - Supongo que deberé pensar en eso también, aunque no tenga mucho tiempo.- susurró, pensando en lo cerca que estaba el concurso. -Por ahora quisiera estar sola, de verdad espero que comprendas.- haciendo una mueca de disculpa, se dio la vuelta lentamente y caminó dándole la espalda, con la mirada en el suelo.

Harry suspiró, mirándola marchar, podía sentir frío en su pecho. Notaba una pequeña diferencia, pues estaba un poco más cálido que ayer por la noche, anoche el frío le quemaba, hoy apenas le hacía daño.

Cuando la perdió de vista, caminó hacia el hombre que le había prestado amablemente la guitarra, sacó algunos billetes y se los tendió, el hombre negó mientras le sonreía.

- No, no, no es necesario.- le dijo amablemente.

Harry le sonrió agradecido y se retiró del lugar, debía hablar con los chicos al respecto.

La noche estaba por caer, se habían reunido en casa de Niall, ya que estaban limpiando la alfombra de casa de Liam.

- Creo que es hora de que los ponga al tanto.- dijo tras un largo suspiro. - Lo arruiné con Agatha, el sábado en el bar. Cuando ella fue por el pasillo yo... La besé. - los chicos se mantuvieron callados, esperando a escuchar lo que Harry tenía que decir. Harry suspiró antes de continuar. - Mandé todo a la mierda y le confesé que la quiero, obviamente no era recíproco- mostró una sonrisa triste. -, ella se fue de allí y no le vi el caso a seguirla, así que me fuí por mi lado. Ayer no tenía planeado verla, le di su espacio, eso hasta que me di cuenta que estaba a la vuelta de su casa, cuando quise devolverme escuché que discutía con Zach.- miró al suelo.- Me enojó que le alzara la voz, y que Agi se lo permitiera, así que salí y empecé a provocarlo, terminamos peleando, de ahí a que aún tenga marcas de golpes. Agatha se molestó más conmigo, pero la convencí de que habláramos, nos lo merecíamos. La vi hace un rato, me disculpé con ella y le pedí que pensara en que ustedes no tienen la culpa... Ella me había dicho que no podría seguir, que no podría quedar con nosotros en el concurso. Esta tarde me dijo que lo pensaría, pero necesitaba tiempo. Chicos, lo siento de verdad, lo arruiné todo.

Sintió una mano en su hombro, que lo hizo alzar la mirada. Louis lo miraba con pena.

- Tranquilo, hombre. No te culpamos.

Mientras Harry se había sincerado con el resto de la banda, Agatha había acudido a casa de Jamie, su mejor amiga.

**

Palomitas de maíz, algunas barras de chocolate, una manzana de caramelo casi terminada y pañuelos por la habitación. Agatha se había quebrado frente a Jamie.

Jamie recordó la última vez que había visto a Agi tan destrozada, fue cuando a ella aún le afectaba Emiliana, cuando le había confesado que estaba viviendo con su tío porque la realidad era que su madre la despreciaba, cuando Agi era vulnerable, cuando se sentía pequeña y rechazada.

Perfecta Armonía. (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora