Capítulo 11

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Luke no estaba bromeando en ningún sentido cuando dijo que Michael y él probablemente estarían toda la noche jugando al Call Of Duty. Eran las tres de la mañana y todavía lo estaban haciendo. Yo había dejado de jugar al rededor de las dos así podría dormir un poco, pero eso no era posible por culpa de el sonido de las teclas de los controles, los disparos, y las ocasionales maldiciones provenientes de la boca de Michael. 

Me senté en la cama. "¡Michael, cállate!" Susurré gritando. 

Se giró para mirarme. "May, hay otra habitación al terminar el pasillo, lo sabes." Dijo, un poco rudo. 

"Baja la guardia, amigo, quizás ella no quiere estar sola." Dijo Luke.

"Oh, había olvidado que tiene 12 años." Michael dijo, sarcásticamente.

Él solía ponerse de malhumor tarde en la noche. Era eso o que Luke le estaba pateando el trasero en el Call Of Duty. 

"Muy bien, me iré a la otra habitación. Buenas noches, chicos." Dije, parándome de la cama, tirando de la camiseta que llevaba puesta para tapar lo más que pudiera de mis piernas. 

"Oh vamos, May. Estaba bromeando. Solo quédate. Lo apagaré ¿Está bien?" Michael dijo, dejando el juego. Apagó la Xbox y colocó una manta en el suelo. 

"¿Qué estás haciendo Mikey?" Reí. 

"Bueno, dos de nosotros tendrán que dormir en el piso y está más que seguro que no serás tú." Dijo Michael.

"¿No debería Luke tomar su cama, viendo que es suya?" Dije.

"No, tú eres la invitada. Estoy bien con el suelo. Además, si es muy incómodo, me iré a la habitación de invitados." Dijo Luke. 

"Gracias." Sonreí y salté devuelta a la cama. 

Ni siquiera habían pasado 30 minutos y los ronquidos de Michael ya llenaban la habitación. Intenté dormir pero mi mente era invadida por pensamientos, como usualmente pasaba a la noche. No pude evitar pensar en mi mamá. ¿Qué estaría haciendo en este momento? ¿Estaría bien? ¿Se habría muerto en una piscina llena de su propio vomito? Más allá de sus acciones, ella era la mujer que me había dado la vida, siempre la amaría, sin importar nada. 

Entonces, Luke se levantó y bajó las escaleras. Decidí ir también ya que no podía dormir, de igual forma. Bajé y vi la luz del refrigerador iluminando la blanca cocina. Caminé dentro de ella y lo vi comiendo un trozo de pizza que había sobrado de la cena.

"Wow, pensé que estarías lleno luego de las seis porciones que comiste en la cena." Reí. 

Luke se dio la vuelta para mirarme. "Jesús, May, me asustaste." Dijo, llevando su mano libre hasta su pecho. 

"Lo siento." Me disculpé. 

"¿No podías dormir, tampoco?" Me preguntó, mordiendo su pizza.

Sacudí mi cabeza. "Todo en lo que puedo pensar es en mi mamá. Siento mucho que hayas tenido que ver eso hoy." Me disculpé otra vez.

"No hay problema, lo he visto bastante ya. No fue la primera vez que tu mamá se ha pasado de la raya, lo ha hecho mil veces con tu hermano." Explicó.

"No puedo creer en lo que se convirtió." Dije.

"Todo mejorará pronto." Luke intentó asegurarme. 

"Gracias, como siempre." Dije.

"¿Por?" Preguntó. 

"Por defenderme de mi mamá. Nadie me había defendido jamás, aparte de Mikey, entonces gracias. Y gracias por dejar que nos quedemos aquí. Sé que he sido un poco ruda contigo desde que llegué aquí y lo siento por eso, es solo que todo lo de Ian, y luego mi mamá, y yo-" Luke me interrumpió.

Choose - l.h. (traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora