Capítulo 14

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S&K

En el día siguiente, cada grupo siguió para su reino. Rin estaba triste, quería quedarse un poco más y conocer más cosas sobre nosotros. Abrazó todos sus nuevos amigos, mientras yo me despedía de mi hermano.

— Nos vemos en breve.

— Tiene cuidado, y va dándome noticias. – me pidió Ken, para después besar mi frente.

— Claro.

Caminé hasta donde se encontraba mi grupo, y subí para mi caballo. Cuando llegué a los límites de la aldea, creé una suave brisa de viento. Sesshomaru vio lo que hice, pero no me cuestionó, sabía que debería de ser algo personal, y lo era.

(...)

Cuando llegamos, extrañamos el elevado número de guardias por todo el reino, especialmente en el palacio.

— ¿Que es que está sucediendo Inuyasha? – interrogó Sesshomaru molesto.

— Bien... - empezó Inuyasha asustado —. En primer lugar, los ancianos desaparecieran...

— También no hacían falta. – interrumpió mi compañero.

— Y en segundo, los otros reinos quebraran la alianza, estamos solos.

Mi mano fue instintivamente para el anillo que mi padre me ofreció. Me sentía pésima. Desde que yo aparecí, la vida que Sesshomaru construyó, el reino que su padre le dejó a cargo, todo eso está en riesgo de ser destruido.

"No debía estar aquí. Somos muy diferentes."

"¿Desde cuándo piensas así?" preguntó el viento preocupado.

Eso me dejó aún más peor. Sesshomaru siempre me dice para no me preocupar con eso, pues tuviese o no la alianza, fuese o no un rey, yo sería de él.

(...)

— ¿Confías en mí Kagome?- preguntó Sesshomaru mientras acariciaba mi cabello.

— Sí. – contesté mirándolo a los ojos —. ¿Tienes la certeza de que esto es una buena idea?

— Tengo que unir mi reino, tú me dijiste que existen algunos elegidos en ello.

— Sí, lo dije, pero ni todos piensan como tú. ¿Sabes porque que los elegidos que viven en tu reino no se mostrarán? – él negó —. Porque saben que no serán aceptes y quieren proteger sus familias.

— Yo soy su rey, haré de todo para que ellas sean aceptes, y que no tengan que se esconder.

Acompañados por muchos guardias, y también por Miroku e Inuyasha, fuimos para la aldea donde todos los que allí vivían, nos esperaban. Sesshomaru iba a hablar con ellos.

— El rey Sesshomaru Taisho, y su mujer, la princesa Kagome. – anunció Miroku.

Las personas me observaban admiradas, nunca me habían visto, algunas me reconocieran de cuando vine a la aldea. Los principales comentarios eran sobre mis ojos y mi belleza.

— Los reuní para les decir algunas cosas. – empezó Sesshomaru, mientras entrelaza sus dedos con los míos —. Les pido que me escuchen y confíen en mí. La mujer a mi lado cambió mi vida, y me alegro de eso.

Todos nos observaban con más interés y admiración, que yo sabía que en breve desaparecerá.

— Tienen que saber que ya no existe alianza. – empezarán a escucharse murmurios —. En la verdad, ahora tenemos otra alianza y más poderosa que la anterior. Y deben de preguntar el motivo de todo esto. – hizo una pequeña pausa —. Algunos de vosotros deben conocer leyendas, o historias que nos contaban nuestros padres o abuelos, sobre personas con poderes de controlar los elementos, los elegidos.

¿Puedes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora