Capítulo 9

3.7K 285 34
                                    

S&K

— Rin la verdad es que yo tengo algo muy importante para te decir.

La pequeña hanyō me miró curiosa.

— ¿Cual verdad señorita Kagome?

Respiré hondo para ganar coraje.

"¡Fuerza Kagome! ¡Tú puedes!" motívame el viento.

— La verdad Rin, es que yo conocía tu madre.

Ella me miró con sus ojos dorados muy abiertos.

— ¿Conocías mi madre? ¿Como? ¿Cuando? – disparó las preguntas.

— ¿Quieres mismo saber todo?

— Sí, por favor. Mi padre no sabe mucho sobre mi madre. Él se enamoró de ella a la primera vista cuando fue en un viaje, lo más interesante es que mi madre también se enamoró luego que lo miró. No pensó dos veces y vino con él para el palacio, donde se casaron. Al principio mi tío era contra su casamiento, pero después de yo nacer, él no habló en nada más contra, pues notó que mis padres eran muy felices.

— Me alegra escuchar eso.

Sonríe para Rin, y la senté en mi regazo para después empezar a acariciar su cabello.

— Señorita Kagome, ¿me contará cómo conoció mi madre? – cuestionó haciendo ojos de cachorro abandonado.

— Tu madre y yo éramos primas.

— ¿¡Primas!? – exclamó sorpresa.

— Sí.

— ¿Entonces tenemos una relación de sangre? ¿No es solo mi tía?

— No Rin. Mi madre y la madre de Kikyo eran hermanas, y ambas mikos. Tu madre nació primero, después yo y mi hermano. Vivíamos en el templo junto a más mikos, como una familia feliz. Éramos como hermanos, y no primos. – hice una pequeña pausa —, Hasta nos atacaron, porque nuestras madres no permitieran que el rey del Norte nos tuviese. Las dos murieran. – cerré los ojos por la dolorosa recordación —. Después de eso, las otras mikos nos criaran, pero con miedo, pues sabían que el rey no iba a desistir, ya que su obsesión por mí crecía a cada día que pasaba. Un día raptó tu madre, y mi hermano y yo la fuimos rescatar. Cuando regresamos, dejamos a Kikyo en el templo y partimos en busca de un lugar a cual pudiésemos llamar "nuestra casa". La visité algunas veces, hasta que me informaran que ella si casó.

Rin absorbió la historia silenciosamente.

— Señorita Kagome, su historia es muy semejante a la de la controladora del viento.

— ¿Enserio? – pregunté, haciéndome de sorprendida.

— Sí...No me diga que la señorita Kagome es...

Ella no continuó, apenas me miró buscando alguna confirmación o negación. Yo solo sonríe, ella es mismo hija de Kikyo, inteligente como ella.

La pequeña hanyō abrió los ojos de felicidad, pero antes que ella hablase, yo lo hice.

— Si aún me quieres, tendré todo lo gusto de sustituir Kikyo.

— ¡Sí! – exclamó feliz abrazándome —Gracias señorita Kagome.

Correspondí a su abrazo también feliz.

(...)

Estaba muy cansada, estoy acostumbrada a días muy agitados, pero aquí en lo palacio parece que tengo problemas todos los días. Coloqué la corona en mi guarda-joyas, para me dedicar a tirar las otras joyas, pero al guárdalas algo me llamó a la atención. El anillo que Sesshomaru mandó hacer para mí, de verdad era muy bello.

¿Puedes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora