Capítulo 21

1.9K 165 15
                                    

S&K

Debí de tener más cuidado, debía de tener evitado su ataque. El viento ahora controlaba mi cuerpo, yo solo consigo ver, los movimientos de mi cuerpo son controlados por mi otro lado.

Cuando hice el pacto con el viento, nos tornamos uno.

Poco tiempo después, Nike, Zen y Ken, se juntaran a mí.

— ¡El tiempo está a agotarse, tenemos que hacerlo! – afirmó Kenshi.

Hicimos un círculo alrededor de Sara, y dimos las manos. Este era nuestro último recurso, nuestra última oportunidad.

Era una magia olvidada, que sólo los elegidos más poderosos podían hacer.

"Nuestras almas" dejaran nuestros cuerpos y fueran hasta la consciencia de Sara.

— No me gusta hacer esto. – confesó Nike —. Es lo mismo que invadir su privacidad, sus memorias.

— No tenemos otra manera.

La mente de una persona esconde secretos que no quieren revelar a nadie. Nuestro objetivo era percibir lo que sucedió con Sara para ella se quedar así.

Empezamos por ver algunas memorias de cuando ella era niña, Yuki estaba muy presente, a pesar de si mantener un poco alejado para no herirla. Se notaba que ella era feliz con su pequeña familia, mismo sin un padre.

Nadie de errado, hasta que unos hombres aparecieran y se levaran a Yuki para lo entrenar.

Percibimos que para Sara se quedar sola sin su hermano fue muy difícil.

Ella estaba así por su hermano, no por su padre.

— Ellos se aprovecharán de mí. – comentó una chica a nuestro lado.

Si no hubiese visto las memorias no decía que eran la misma persona. La chica a mi lado era muy brillante como todos los elegidos deberían de ser.

— ¿Quién? – cuestioné.

— Los hombres de Naraku y otros. Cuando mi madre murió, ellos vieran procurarme, y me dijeran que fue Yuki que les pidió para hacerlo. – confesó con la voz quebrada —. Pero era mentira, y yo no desconfíe. Fue una idiota.

— No fue tu culpa. – afirmó Nike se aproximando de ella —. Eras una niña.

Ella empezó a llorar.

— Mi hermano me odia, lo intenté matar y maté a muchos de sus compañeros.

— Eso no es verdad, Yuki te ama. – dice colocando ambas mis manos en su rostro para secar sus lágrimas —. Él traicionó a sus compañeros para procurarme, ¿y sabes porque?

— No.

— Porque él quería mi ayuda para te encontrar. Él siempre estuvo muy preocupado por ti, y también se siente culpado.

— Lo extraño mucho.

— Lo sabemos, pero para estar con él de nuevo tienes que dejar el odio, la oscuridad para atrás.

— Entiendo. – contestó con determinación —. Pero...

— Yuki te espera. – declaré con un sonriso.

Sara aceptó mi mano, y sonrió por la primera vez. Sin miedo, y sin oscuridad.

Después de conseguir llamarla a la razón, despertamos todos, o eso deberíamos hacer.

Cuando abrí los ojos conseguí percibir que lo habíamos conseguido, la luna ya no estaba totalmente roja, y todo a mi alrededor estaba lleno de vida.

¿Puedes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora