Capítulo 4

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S&K

Durante el día, no conseguí resolver mis problemas reales, pues tuve muy ocupado con más tentativas en conquistar mi mujer, pero no encontré ninguna.

Estoy en nuestra habitación, a resolver esos problemas, mientras la observo a dormir. Pero algo llámame a la atención, ella generalmente es muy quieta a dormir, y ahora se está moviendo mucho, lo único que me recordé fue que debe estar a tener una pesadilla.

Caminé hasta la cama. Nunca la había visto así, toda transpirada, que permitía que su camisa de noche revelase sus senos. Su rostro mostraba terror y miedo. Al mírala así, algo dentro de mí se sentía muy mal, no quería que aquella humana se sintiese mal. Decidí intentar despertarla, después pensé si sería buena idea o no. En ese tiempo, en que me quedé pensando, ella despertó sobresaltada, me asustando.

Llevó sus manos a la cabeza y empezó a llorar. Me sentí aún peor, pues no sabía lo que hacer.

"¡Abrázala, hazla sentir protegida!" Ordenó mi bestia.

Me quedé estático, temía tornar la situación peor.

"¿No te recuerdas del libro que leemos cuando éramos pequeños, sobre el amor? Ya estoy harto de las estupideces tuyas en la conquistaras."

Me avergüenzo, es verdad que tengo hecho figura de idiota en frente de mis siervos y estos ya comentan sobre mi cambio. Todo por causa de la mujer a mi frente.

"De certeza que ella está huyendo de alguien, cuando la encontramos, ella estaba exhausta. Abrázala para ella saber que la vamos proteger."

Percibí que mi bestia tenía razón, por eso, hice lo que me pedía sin pensar dos veces. Pegué en su cuerpo, y la coloqué en mi regazo para rodearla con mis brazos. Mi mujer intentó huir, pero yo no lo permití.

- Tranquilízate, nadie te hará mal. - le aseguré a su oído, mientras acariciaba su cabello -. Estás segura, yo te protejo.

Ella tranquilizó un poco su respiración, y se permitió encostar su cabeza a mi pecho, haciendo con que mi bestia gritase de felicidad.

- Tú no me puedes proteger, nadie puede Sesshomaru. - susurró.

- Tú no sabes de que soy capaz de hacer. - reproché.

- Entonces un día, tendrás que contarme todo sobre ti, y yo te contaré todo sobre mí, tal vez. - prometió me mirando en los ojos.

No conseguí negarle, a pesar de no querer contar mi pasado, también no quería que existiese secretos entre nosotros. Abriría una excepción para ella, pues sus ojos azules me cambiaban de opinión rápidamente.

- Está bien, pero ahora descansa, yo me quedo aquí contigo.

La azabache me miró preocupada.

- ¿Y tu trabajo?

- No es importante. - la acurruqué mejor en mi pecho y besé su frente -. Tú eres más importante.

S&K

Me desperté rodeada por los brazos del rey. Lo miré. Estaba durmiendo tranquilamente, como nunca había visto. Déjeme estar así, sin me mejer para no lo despertar.

Después de un largo tiempo de obsérvalo, acaricié sus marcas en el rostro. Los yōkais que conozco no tienen marcas, y las suyas me fascinaban, principalmente la luna en su frente, me encantaba.

Él despertó, pero yo estaba tan distraída que no lo noté.

- ¿Dormiste bien? - me interrogó Sesshomaru, me asustando.

¿Puedes amar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora