"And tell me with your mind, body, and spirit, I can make your tears fall down like the showers that are British, whether we're together or apart we can both remove the mask and admit we regret it from the start..."
Unos hombres enmascarados me tomaron por los brazos y de un tirón me levantaron del suelo. Tenía la vista borrosa y las imágenes pasaban muy rápido delante de mis ojos, tanto que me costaba asimilar la situación que se desarrollaba en ese momento. No tenía ni la más mínima idea de cuánto tiempo había estado dormida, pero cuando los hombres armados irrumpieron en la habitación, un débil rayo de luz solar penetraba por la ventana; era de día. Una capa cálida y suave me cubrió la espalda en cuanto mis pies descalzos tocaron el suelo, y yo enterré mis temblorosos dedos en los bordes de la manta y me aferré a ella. Aún aturdida, entorné los ojos y miré el uniforme de las personas que tenía en frente, y reconocí que eran policías.
Ni siquiera tuve tiempo de sonreír, porque pusieron sus manos tras mi espalda y me sacaron casi corriendo de la habitación. Y me olvidé de las pastillas y de que me quería morir. Algo caliente volvió a correr por mi organismo y se sintió como si mi corazón bombeara fuego y no sangre. Y pensándolo con más claridad, ahora no recordaba los motivos por los cuales quería matarme. Al fin saldría de aquí, muchas chicas más y yo. Con vida. Por fin.
Al llegar a la parte central de la taberna, me encontré no con uno ni dos policías, sino con un escuadrón completo arrestando y empujando contra una pared a todos los hombres que trabajaban para Uriah mientras que un grupo de chicas asustadas y al igual que yo, cubiertas con una gran manta, salían de la taberna escoltadas por un pelotón de policías. Una sensación vieja y familiar estalló en mi pecho y me devolvió el calor al cuerpo cuando vi que Josh era esposado y arrastrado fuera de mi vista. Nuestras miradas chocaron por error, y sin querer mis labios le lanzaron una sonrisa, aunque ésta, en vez de brindar consuelo y mostrar pena, reflejaba victoria y burla. Dejé de observarlo y seguí paseando rápidamente la mirada por el lugar, que en este mismo momento estaba lleno de ajetreo, cháchara y gritos, y me percaté de que actuaba como si estuviese buscando algo. Dos segundos después caí en la cuenta de qué era lo que en realidad estaba buscando, y no era un algo, si no un alguien.
-¿Jo?
Una voz, su voz. Me di media vuelta y lo vi abrirse paso entre los policías, y a mamá, Des, Reagan, Jessie y Megan correr detrás de él. Sacudí el cuerpo entero hasta lograr quitarme las manos de los oficiales de encima y fui corriendo todo lo que mis delgadas piernas me permitieron al encuentro de Harry. Él extendió los brazos y yo me abalancé sobre su cuerpo; sus brazos apretaron mi cadera mientras su nariz se escondía en mi cuello. Cerré los ojos y me aferré a él, con el miedo de que esto se tratara de un sueño y fuera a despertar en cualquier momento, ahora, pero no, el calor que irradiaba su cuerpo era demasiado real para ser una ilusión.
Cuando nos separamos, me faltaba el aire y tenía la cara llena de lágrimas. Nuestros ojos se conectaron y vi mi cara pálida dentro de su iris. Una sonrisa rota se curvó en sus labios, entonces volví a arrojarme en sus brazos y lo abracé con fuerza, estrujando mi cara en su pecho, aspirando su olor tan peculiar y aprendiéndomelo de memoria. Cerré mis ojos una vez más y apreté un puño en torno a su pecho.
-Lo siento-susurré con la voz trémula. Harry habló con los labios pegados a mi oreja.
-Está bien, preciosa, no pasa nada.
-Alice está viva-solté de repente.
-Lo sé.
-¿Qué?-me separé cuidadosamente de él y lo miré confundida.
Ahí mismo llegaron Jessie, Megan y mi familia. Reagan se me lanzó encima y comenzó a llorar sobre mi hombro, mamá, con sus mejillas huecas y la mirada borrosa, depositó un beso sobre mi cabeza mientras Des me pasaba suavemente una mano por el brazo. Jessie, Megan y Harry estaban a un lado mirando la escena, con una ligera sonrisa en sus rostros. Después Jessie se acercó a mí y me envolvió en sus brazos, susurrándome que estaba orgulloso de mí por haber sido tan fuerte. Era mentira, pero acepté el cumplido. Megan vino hacia mí y sin decirme nada me dio un enorme abrazo. Vacilé al principio, pero después me relajé y rodeé su cuerpo con mis brazos.
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I knew you were trouble
FanfictionSacaba buenas calificaciones, era una excelente hermana mayor y no me metía en problemas. Mi vida no era perfecta, pero nunca tuve motivos para quejarme de ella. Mamá siempre estuvo orgullosa de mí y Reagan no dudaba en contarme todos sus secretos...