Capitulo 18

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La habitación era un completo desastre. Hoy era el baile de bienvenida de la Universidad de Atlanta y las chicas habían provocado un torbellino de ropa y zapatos que arrasó con la habitación completa, y también con un poco de su salud y bienestar mental. Laura caminaba nerviosa de un lado a otro maquillándose a ciegas y hablando por teléfono con Niall, que era su pareja de baile. Susan, por otro lado, decoraba su silla de ruedas con listones de color blanco y rosa y no paraba de hablar de lo hermosa que sería esta noche y de cómo iba a empujar las cosas con este chico, Christian Carter. La anticipación del baile tenía a mis dos viejas amigas con la mente bien ocupada, mientras que yo estaba tirada de cabeza en mi enorme cama, usando unos desgastados jeans azules y la camiseta de mi antiguo equipo de rugby, esa misma del 69. Mi largo pelo anaranjado estaba suelto y sin peinar, y mi rostro no tenía ni una mísera gota de maquillaje. Olí la manga de mi camiseta y gracias a Dios esta no apestaba; no me había duchado el día de hoy. Estaba deprimida.

-Bien, creo que estoy lista-Laura se puso en el centro de la habitación y me mostró los resultados finales de su atuendo. Un corto vestido negro con escote en la espalda, collar elegante de diamantes falsos y su pelo castaño recogido en un moño sencillo, dejando unos aretes a juego con el collar al descubierto. Fruncí la boca, ladeé la cabeza y le mostré un pulgar arriba. Se veía bien. Laura levantó una ceja, obviamente poco convencida e indignada-. ¿No tienes nada que decir?

-Tienes papel de baño pegado en la suela de tus tacones.

Susan se rió y negó divertida con la cabeza, su cabello rubio rozando sus hombros desnudos. Alguien tocó la puerta y ella rápidamente se dirigió a abrirla, y vi a Niall y al dichoso Christian Carter, compañero de Biología de Susan, entrar a nuestra habitación vestidos en traje y corbata. Impulsé mis piernas hacia delante para dar una vuelta y caí sentada en el suelo, saludando a los chicos con una mano mientras que con la otra retiraba la mata de cabello que cubría mi cara. Niall se puso de rodillas y se apresuró a ayudarme.

-¿Segura que no quieres ir?-me preguntó colocando mi pelo detrás de las orejas. Negué con la cabeza y me sorbí la nariz, ninguna palabra saliendo de mi boca. Mi amigo apretó los labios en una fina línea y me miró a los ojos en reproche. Cada vez que lo veía a él, Laura o Susan, me decía a mí misma que a pesar de todo, no era tan desafortunada como pensaba, porque me perdonaron y no me juzgaron incluso cuando lo merecía, así sin más. ¿Por qué entonces no podía yo no era capaz de perdonarme?-. ¿Estás consciente que te perderás una de las mejores fiestas del año por un patético capricho?

Me encogí de hombros y lo miré con cara de "no me importa".

-Está bien, me rindo. Tú ganas. Laura grabará la fiesta por ti, ¿de acuerdo?-cedió con un suspiro, se puso de pies y le tendió el brazo doblado a Laura, y ella metió su mano por el hueco del brazo de Niall y enderezó la espalda, lista para irse.

-Hay comida en la nevera.

-Que la pasen bien-susurré despidiéndome mientras me llevaba tres dedos a la frente.

Los chicos se fueron y me quedé sola en esta habitación desordenada y vacía. Me levanté para estirar las piernas y de improviso me encontré mirando por el balcón de mi habitación, observando chicos de mi edad caminar de la mano rumbo a la fiesta de bienvenida que ofrecía la Universidad. Seguro que era la única chica en toda la fraternidad que no asistiría al evento, y sinceramente no me importaba mucho, cosa que era muy extraña puesto que cuando era niña soñaba con ir a una fiesta universitaria más que tener mis propios "Dulces 16's", pero ahora me parecía estúpido y sin sentido. Últimamente todo lo que había querido hacer era dormir, comer y dormir. Tener una vida social no formaba parte de mis prioridades y no lo haría durante mucho tiempo. Las personas te hieren, la comida no. He estado pensando tatuarme esa frase en la frente para no olvidarla.

I knew you were troubleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora