Capitulo 18

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Narra Harry

Me sentía vacío por dentro, como si ya nada importara. Ni siquiera escuché mucho de lo que Liam y Zayn decían; era como si estuviera escuchando sus voces a través de un vaso. La única razón por la que estaba por aceptar una propuesta que quizás arruinara mi vida, era Joanna; ella significaba todo para mí, y recién en ese momento logré darme cuenta que ella era la clase de chica que inconscientemente había buscado durante toda mi vida. Había tantas cosas que necesitaba decirle, pero ya no podría. Mi vida había sido en vano, porque estaba a punto de perder a la chica que amaba en menos de un pestañeo.

Narra Joanna

Juntamos nuestras cosas y nos dirigimos rápidamente al estacionamiento del campus en busca del auto.

-¿Traes tu licencia contigo?- preguntó Harry.

-Claro, ¿por qué?

-Hoy manejarás tú- se acercó a mí y depositó las llaves en mi mano. Esto sí que era raro, era la primera vez que me pedía que manejara.

No habló mucho durante el trayecto, pero mientras mis ojos se encontraban en la carretera, podía sentir los de él clavados en mí.

-¿Planeas descubrir si tienes visión de rayos X?- pregunté sarcástica. -O quizás, no sé, ¿tratabas de decirme algo telepáticamente?

Rió débilmente y desvió la mirada. -Lo lamento.

-No me molesta- aseguré. -Sólo...di algo, estás raro.

-También lamento eso- murmuró.

-Y deja de disculparte!- dije exasperada. Me tomé un segundo para tranquilizarme y suspiré. -Lo siento..

-¿Quién se disculpa ahora?- rió.

-Touché

Esta era la conversación más rara e incómoda que habíamos tenido. Se veía apagado, triste; pero a la vez irritado y odioso. En verdad no sabía qué le pasaba, qué había sucedido en el transcurso de la mañana para ponerlo así, o si era algo que yo había hecho o dicho.

Por suerte, el viaje se hizo corto. Estacioné el auto frente al apartamento y me bajé sin más. Escuché el ruido de la puerta del acompañante al abrirse y cerrarse, y luego los pasos de Harry pisándome los talones. Abrí la puerta e ingresé, sosteniéndola abierta para que él pudiera entrar; una vez que estuvo adentro, cerré la puerta tras él y trabé con la llave. Me di la vuelta y me sobresalté al ver que Harry aún se encontraba detrás de mí. Se acercó a mí y me abrazó fuertemente.

-¿Y ahora qué pasa?- pregunté preocupada.

-Te quiero- susurró. -Mucho

Suspiré. -Lo sé, yo también te quiero, Hazza- le devolví el abrazo. Algo dentro de mí me decía que yo no era la del problema, pero que tampoco era tan ajeno a mí. Ya no sabía qué pensar; Harry me estaba confundiendo, y en más de un sentido.

Me separé de él luego de unos minutos. -Ya, tranquilo. Ve a descansar- di un beso en su frente. Él asintió y se dirigió a su cuarto.

Me pasé la tarde prácticamente sola en el living del apartamento, simplemente mirando tv, leyendo o repasando temas de la universidad. Terminé hartándome de tanto estar encerrada, por lo que acabé saliendo a dar una vuelta alrededor de las 6.

El tráfico era terrible en el centro de Londres; un Lunes por la tarde definitivamente no era un buen momento para estar conduciendo por las calles atestadas de conductores cansados y estresados. El sol se ponía temprano y ya comenzaba a oscurecer debido a que era pleno Enero, por lo que tampoco tenía mucho tiempo para vagabundear por la ciudad si quería volver a casa sana y salva.

Strong | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora