Capitulo 37

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Narra Joanna

Oh Dios, no.

-¿Louis? ¿Qué estás...?

-Maldita sea, responde, Joanna! ¿¡Sabías que éramos adoptados?!...- tragué ruidosamente, observándolo con ojos abiertos de par en par. Hacía años que no me llamaba por mi nombre completo, y ahora se sentía como si estuvieran hundiendo un cuchillo en mi pecho, acuchillándome con él, una y otra vez. -Oh espera, quizás era sólo uno de nosotros. Es decir, ¿siquiera eres mi hermana? Porque quizás esa es la razón por la cual decidiste ocultármelo, porque NO estás biológicamente programada para amarme y contarme todo, ¡¿no es así?!

-Louis, no digas eso, sabes que soy tu hermana! - Lágrimas comenzaron a resurgir en mis ojos, nublando mi visión.

-No, en verdad no lo sé. -escupió las palabras secamente. -Sólo pensé que sí...-corrí en dirección a la puerta y tiré de su mano a la vez que él giraba hacia el pasillo. -No me toques, sólo...no puedo estar cerca de ti en este momento...

-Por favor, Louis, no seas así, déjame explicarte!- supliqué a la vez que él libraba su mano de la mía violentamente.

-NO! DIJE QUE ME DEJARAS SOLO!- me dio la espalda y se retiró rápidamente, pisando ruidosamente contra el piso de azulejos del hospital. Giré hacia Niall, quien ahora estaba a mi lado, congelado en el lugar. No podía pensar en una manera adecuada de "darle la bienvenida"; las cosas ya se habían ido al carajo, por decirlo amablemente.

-¿Por qué están aquí?

-Vivimos aquí ahora- bufó. -O al menos ese era el plan...Iré a buscarlo para que puedan resolver todo esto...- y sin más, se retiró del cuarto y en la misma dirección que Louis.

Me senté en el suelo con la cabeza entre las manos y me limité a intentar tranquilizarme. El silencio reinó por unos minutos, ninguno de nosotros se animaba a emitir un simple sonido por miedo a desatar la catástrofe, o mejor dicho, hablar de la que ya había empezado, a pesar de que estaba segura de que no era nada comparada con la que me esperaba mientras estuviera en aquel cuarto.

De repente, me di cuenta de que todo empezaba a encajar, de alguna manera u otra; la razón por la que jamás había visto a Harry feliz con su vida. A lo largo de estos meses, me había convencido de que la única razón de su comportamiento extraño y miserable era la incomodidad que quizás estaba implícitamente instalada debido a nuestro previo "intento de relación", si es que se le podía llamar así. Todo había sido por un endemoniado secreto, un secreto que lo estaba carcomiendo por dentro, un secreto en el cual mi vida entera estaba basada; un secreto del cual yo ya estaba enterada, pero mi hermano no.

Cuando ya no pude soportarlo, levanté la mirada y me encontré con cinco pares de ojos observándome fija y pacientemente.

-¿Cómo se enteró?- pregunté a Liam. No respondió, sino que se limitó a mirar en dirección a Aubrey; ésta carraspeó y se enderezó inconscientemente.

-Yo le dije- admitió, y creo que fue la primera vez en todos esos meses que verdaderamente le creí algo; en sus ojos se traslucía la honestidad, y algo más que no lograba reconocer...una extraña mezcla de rencor, culpa y...pena. -Yo no...-tragó saliva. -Nunca pretendí que llegara a esto, lo lamento...

-Pues menudo momento para arrepentirse- bufó Zayn. Le dirigí una mirada indicándole que se callara.

-¿Por qué lo hiciste, Aubrey? ¿Cómo es que tú te enteraste?- pregunté incrédula.

Suspiró pesadamente. -Sólo lo quería devuelta... - Fruncí el ceño.

-¿"De vuelta"?- repetí.

Strong | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora