Sin duda su poder era grande, pero no lo suficiente todavía. Cuando lograra derrotar a un demonio de la talla de los Pecados con un solo chasquido, entonces sí que podría presumir de su grandeza.
A las afueras de su templo, el Señor del Fuego recordaba su combate contra Envidia y la imagen de Edward ardiendo se proyectó en sus pensamientos sin querer. Ese maldito demonio se había encargado de dejarle un recuerdo no muy grato de su encuentro. Pero de su cuenta corría que ese no fuera el destino de «su ángel». Las llamas nunca lo dañarán.
Y en ese preciso instante, alguien atravesó el impresionante puente que lo llevaba hasta él. La luz que irradiaban esos seres era inconfundible, iluminaba todo a su paso.
—Jean, ha pasado algún tiempo.
—Roy Mustang, Señor del Fuego. Jamás te creí capaz de cometer semejante bajeza, —el ángel Guerrero se plantó ante él llevándose los puños a la cintura.
—¿A eso has venido? ¿A lloriquear por la suerte de tu hermanito?
—¿Todo lo que le hiciste fue para desafiar a mi padre?
—Tan solo le hice un favor a Edward. Tenía que liberarlo de tu Casa. Se estaba ahogando entre tantas reglas, Jean. Ahora él puede comer, beber, dormir, sentir y pensar en lo que se le dé la maldita gana. Ya no sigue órdenes inútiles solo porque sí.
—¿Dónde está? —exigió.
—¿Por qué crees que te lo diré?
—Porque el Cazador Scar lo está buscando. Y tú sabes lo que pasará cuando lo encuentre.
—¿Purificará su alma? —se burló.
—Cayó por ti, ¿no sientes al menos un poco de compasión por él?
—Lo que siento por Edward es tan solo deseo sexual.
—Lo sé —dijo Jean con pesar— por eso he venido a pedirte, Señor... No permitas que mi padre lo encuentre. Si aún lo deseas, debes encontrarlo primero y protegerlo.
El duelo entre miradas inició, ¿por qué el ángel Guerrero le pediría tal cosa? Creo que debía empezar a tomar más en serio sus palabras.
—¿Qué ganas tú con todo esto, Jean? —dijo con desconfianza.
—No se trata de ganar Roy, se trata de mantener al Elegido a salvo.
—¿De tu padre?
—¡Del Cazador! —Jean respiró profundamente y continuó—. Escuché a mi padre decirle a Scar, que deberá eliminarlo antes de que se vuelva un peligro.
—¿Para quién? ¿Para él? Eso significa que Orgullo no estaba tan equivocado después de todo.
—No mal interpretes mis palabras, mi padre tiene razones muy poderosas para tomar esta dolorosa decisión.
—Entonces no entiendo qué haces aquí. ¿Sabes que lo que estás haciendo se considera traición a tu Casa?
—Edward es el Elegido... no puede ser traición si mi deseo es mantenerle a salvo.
—¿Y qué te hace pensar que conmigo lo estará?
Jean no contestó. Solo miró sus intimidantes ojos negros y se quedó pensando. No estaba seguro de hacer lo correcto, había visto en el Elemento la posibilidad de que Edward le importase y había ido sin duda por ella. Pero ahora que tenía enfrente al imponente Señor del Fuego, no sabía qué creer. Tristemente Edward estaba acorralado. Ya sea que fuese con su padre, el Cazador o el Elemento, su futuro estaba rodeado de oscuridad.
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Ángel de Lucifer
FanfictionÁngeles y demonios, seres fantásticos y mitológicos, la historia del bien y del mal. ¿Quién puede asegurar que esa dualidad existe? O es tan solo una ilusión... en la que queremos creer.