Daryl × Jesús { Fanfic }

4; El reino.

-Oh, tenemos visitas... Mi nombre es Ezekiel, ¡bievenidos a El Reino!

El grupo se encontraba aturdido, menos Morgan y Jesús, quienes estaban acostumbrados a la visión de la tigresa y a su extraño amo. Esta última no había reaccionado mal ante la visita de los extraños, estaba un poco adormilada y Ezekiel no había presentado signos de incomodidad, por lo tanto, el animal no se inquietó en ningún aspecto.

-¡Rey Ezekiel! Es un gusto verle. Esta gente pertenece a Alexandria... -habló Jesús, señalando a todo el grupo -Y este es Rick, el líder -apuntó a Rick. Este se encontraba serio, con una actitud analítica que se podía palpar a metros. Miraba directamente a Ezekiel, examinándolo.

-Oh, un gusto Rick, al igual que a todos, es agradable tenerlos en El Reino. -comentó amablemente el moreno líder -No quiero sonar grosero, pero si están aquí es por una razón, ¿no es así? -levantó sutilmente sus manos, las posó en su regazo y se impulsó para pararse, completamente listo para escuchar los motivos que llevaban a este grupo a visitar los terrenos de su comunidad.

-Sí, hay un propósito. Alexandria, Hilltop, El reino. Nuestras comunidades tienen algo en común... -comenzó a decir Rick, avanzando unos pasos para que su voz se escuchara con más fuerza-Todos nosotros servimos a los Salvadores. Semana tras semana abastecemos sus alacenas, saciamos los estómagos de esos hombres, nos quitan nuestra comida y disfrutan de ello. -prosiguió con un grado mayor de indignación en su voz- Necesitamos tu ayuda, a tu gente, las armas. Vamos a luchar. A esto venimos, a unir nuestras comunidades en un fin que tenemos en común. -terminó con decisión su pequeño discurso, levantó aún más su rostro para notar la expresión que llevaba el Rey después del discurso.

-Uhm. Quiero hablar a solas contigo, Rick. Si te parece -el mencionado asintió sin problemas- Los demás... Me agradaría que fueran a reposar por mientras, el viaje no debió ser agradable. -comentó al grupo con una pequeña sonrisa -Morgan, si me harías el favor de llevarlos al comedor, ofreceles agua y algo para comer. Con Rick hablaremos por mientras.

El grupo obedientemente salió del salón, entre ellos el más inquieto era Jesús. No dudó un instante y mientras todos hablaban y caminaban hacia los comedores, se ubicó al lado de Daryl, el único que se encontraba solo.

-Hey, Daryl, necesito hablar contigo -dijo en un intento de captar su atención, pero la única respuesta que recibió fue un gruñido. Jesús no era de las personas que se quedaban calladas, y si le molestaba algo, o presentía alguna cosa, lo decía. -Sólo quiero saber por qué me mirabas tan... Extraño. Como si tuvieras algo que reprocharme -esas palabras sí lograron atrapar la atención del mayor, quien se giró e hizo que los dos se apartaran del grupo y continuaran su caminata hacia el patio del recinto.