twelve

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Narra Even.

Me desperté debido a unos ruidos, me giré intentado encontrar a Isak, pero la cama a mi lado estaba vacía.
Me levante rápidamente de la cama, algo le había podido pasar a Isak.
El ruido no cesaba, se podían escuchar cristales cayendo al suelo. Pude distinguir que eran golpes.
Vamos Even, concéntrate, intenta encontrar de dónde viene el sonido.
Cerré los ojos y comencé a escuchar detenidamente.
El baño.
Toqué la puerta suavemente con mis nudillos. Nada.
-Isak.- Dije tranquilo pero pareció no escucharme. Logré escuchar sollozos, gritos leves y gruñidos.
Comencé a preocuparme realmente, no conocía lo suficientemente a Isak, no sabía si tenía algún problema de ira, algún trastorno de personalidad, uno nunca sabe.
-¿¡Isak?!- Los ruidos cesaron, ahora solo se escuchaban pequeños sollozos.-¡Isak voy a votar la maldita puerta si no la abres!
-¡Vete!- La voz de Isak había salido temblorosa.
Sin más rodeos pateé la puerta lo más fuerte que pude, esta enseguida cedió.
La escena que vi a continuación me dejo sorprendido.
El espejo del baño estaba completamente destrozado, los cristales estaban desparramados por todo el baño, el suelo y la pared tenían sangre, Isak estaba sentando en una esquina del baño, estaba abrazando sus rodillas y tenía su cabeza escondida entre estas.
-¿Isak qué demonios?- No sabía qué decir en momentos como estos.
Me acerqué a el he hice lo que me hubiera gustado que hagan conmigo en una situación como esta, lo abrace e intente transmitirle calma, sus sollozos no cesaban y era realmente duro ver a Isak tan débil.
Las mejores personas son las que más sufren, esta vida es muy injusta.








He vuelto, aunque no me hayan extrañado, acá estoy de nuevo. Espero que hayan disfrutado el capítulo, en un rato subo el otro, como recompensa por desaparecer en navidad.
All the love

how to save a life| evak. (gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora