Mírale a la cara y dile que es cierto que le quieres,
que en lo más profundo de ti nunca lo pusiste en duda,
que desde aquella ventana, aquel día de invierno
te sentiste frágil, dependiente y desnuda.
Dile que te cuide, que te guarde de tus pesadillas,
que te bese con ternura y te abrace cuando tengas frío,
que nunca te deje sola y tú harás lo mismo.
¿Qué más le puedes decir?
No se me ocurre mucho más que confesar.
Evita, por favor, mentir.
Porque si puedes mirarle y amar,
si puedes realmente sentir,
entonces no tienes por qué dudar.
No Hay Por Qué Huir
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Ensayos y Errores 2
RandomNueva vida, mismas reglas, mismo título; diferentes lecciones. Todo ha cambiado mucho, y lo agradezco; por eso ahora quiero curiosear y aprender de todo. Os contaré lo que encuentre por ahí.