- Te quiero -
- Y yo a ti también -
...
... Me ata con cuidado mientras duermo y me lleva al sitio donde nos conocimos, a un local cercano. Espera pacientemente a que yo despierte, no puedo perderme esto. Estoy atado y amordazado; totalmente inmóvil pero veo por un hueco de una pared rota lo que parece un local abandonado, pero no se ve la calle. Entonces ella entra con una risa malvada anunciando que algo malo va a pasar. Saca el móvil y hace un llamada pero sale fuera del salón a hablar. Aprovecho para mirar a mi alrededor. Parece un pequeño almacén, sala para los objetos de limpieza o algo así, pero tiene un boquete mal tapiado por el que veo con claridad lo que ocurre en el salón, aunque no creo que se me vea a oscuras.
... Después de fijarme en cada detalle del lugar, buscando inútilmente algo que me permita identificar dónde estoy, aparece ella y se sienta en una de las sillas que había colocadas en las paredes del salón como para dejar espacio en el centro. Se sienta en el centro de la sala, de perfil a mí, sabe de sobra que estoy aquí porque me sonríe con cara pícara constantemente. Entonces enciende la televisión de plasma un poco sucia que hay arriba a la derecha de la sala, parece que la controla desde el móvil. Abre el buscador y clickea en una página porno y empieza a tocarse delante de mí. A mi se me empieza a acelerar el pulso, no entiendo absolutamente nada; pero aun así, más que estar aterrorizado por el sádico espectáculo que presentaba, estaba excitado, muy excitado. Cada gemido me hace cerrar los ojos con fuerza y negar con la cabeza, no puedo evitar excitarme pero a la vez siento miedo.
Tras un rato para, se ríe y apaga las luces. Se me acelera aun más el corazón, creo que me va a dar un infarto...
Toc toc... Se oyen de fondo un par de golpes y veo de refilón cómo se aleja para abrir. Escucho cómo parlotean por abajo mientras me intento tranquilizar, pero no pasan ni diez segundos hasta que se callan y aparecen los dos morreándose, comiéndose casi, mientras se acercan al salón y ella enciende la luz para que se vea bien el show. Él la pega contra la pared y comienza a bajar su mano. No quiero ni mirar, no puedo; pero el shock me mantiene totalmente inmóvil y atento a qué ocurre. Se tocan el uno al otro y a mi me duele, me duele muchísimo ver todo esto, pero sigo mirando.
Aceleran el ritmo y él la pone contra la mesa. Rezo por que paren, pero no paran; ahora no era el momento de parar, o eso me decía la sonrisa que de vez en cuando se pintaba en su cara y me miraba...
... Ya era el quinto tío que pasaba por aquí. Yo sentía hasta tristeza y pena por ella, me compadecía. No sé cuánto llevo aquí, pero no parece que tenga pensado liberarme nunca...
... - Bueno, creo que ya sólo te queda una cosa por ver -
Intento gritar pero la mordaza me lo impide, tengo que salir de aquí.
- Oh, no me llores, yo también te quería, pero qué le voy a hacer, no puedo cambiar lo que me hiciste, ¿no? -
Me callo, está claro que no puedo decir ni hacer nada.
- Ale, nos vemos; ahora vas a ver lo que es el abandono, el silencio. -
Cierra la puerta, apaga todas las luces y se aleja lentamente, sin reírse. Se hace el silencio absoluto. No hay ni una sola luz, no se ve nada. El corazón me palpita descontrolado y muerto de miedo, de pánico... Es como si me estuviera dando un infarto... Ojalá lo fuera...
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Ensayos y Errores 2
SonstigesNueva vida, mismas reglas, mismo título; diferentes lecciones. Todo ha cambiado mucho, y lo agradezco; por eso ahora quiero curiosear y aprender de todo. Os contaré lo que encuentre por ahí.