Lágrimas (¿Y si Están Secas?)

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¿Si están reídas todas las risas de las comedias;

si están lloradas todas las lágrimas de las tragedias;

si están bailadas las canciones de las ferias;

entonces dime para qué cantamos y qué es de ellas?

Si se dice que el silencio grita callado;

y que las luces del sol de tus ojos las han apagado

por una larga sobrecarga cargada de amor engañado.

Tú me cargaste de multas por haberte amado.

Si es delito amar en exceso a una persona;

si es tan delito como ver que tu alma te abandona;

entonces dime ¿por qué me matas si ya estoy muerto?

¿Por qué me ciegas si me deslumbras, y ya soy tuerto?

No me mires más, no me mires más,

no me tiñas la vida de rojo.

Te arrepentirás, te arrepentirás,

cuando me haya arrancado los ojos.

Es que ya no sé, es que ya no sé,

por qué sigues en mi cabeza.

Si no sé llorar, si no se llorar,

pero me ahoga la tristeza. 

Si con la calma ya has vendido todos mis recuerdos;

si impasible me has ofrecido de cena a los perros;

si no comprendes que estoy atado hasta los cuernos,

yo no comprendo por qué separas, no lo comprendo.

Si  me has quitado mi inocencia, ni soy sensato;

si mi cordura está en la guitarra y callo tanto;

si has enviado mi salvación a Poncio Pilatos

y ni te dignas a comerme la lengua como los gatos.

Si de belleza me has colmado los sueños,

si me has subastado al primer postor en la casa de empeños;

si siempre soy supercalifrágil, frágil del todo,

si es que nunca he podido quererte de otro modo.

No me mires más, no me mires más,

no me tiñas la vida de rojo.

Te arrepentirás, te arrepentirás,

cuando me haya arrancado los ojos.

Es que ya no sé, es que ya no sé,

por qué sigues en mi cabeza.

Si no sé llorar, si no se llorar,

pero me ahoga la tristeza. 

Que una gota de felicidad vale más que un tonel de razón y yo ya no tengo ninguno.

Que no hay ordenador que pueda calcular los lamentos que multiplico y sumo.

Que en mi defensa intenté ser Jesús, pero soy débil y es una lástima.

Así que si algo puedo decir es: Tomad y bebed,

¡TOMAD Y BEBED! Porque estas son mis lágrimas.

Ensayos y Errores 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora