Peros

23 1 0
                                    


Flores Moradas


- ¿Temes acaso tú, siendo quien eres,

que se pudran tus flores?

Esas moradas y letales,

esas que brillan en la noche oscura.


No sabes qué son, no lo sabes;

pero admiras su color y silueta.

Son el reflejo de la muerte,

de tu fracaso estrepitoso en la vida;

no la tuya, la nuestra.


Así que Dios,

¿por qué te da tanto miedo regar tu fracaso con lágrimas?

¿Acaso eres tú más humano que nosotros? -


Por - El Creyente Redimido


Plantas Mal Plantadas y Siervos que las Quitan


Es mala hierba quien a su amo pregunta.

Y quien no lo hace aunque le coma la angustia

es hierba de plástico, planta mal plantada.


Uno

 - (¡Vaya mierda de pata de madera!) - piensa -

¡Que me partan la mala pata que me acompaña

como patata que se come con el pollo!

En esta madera no encuentro apoyo,

pero sin ella soy gato que no araña.

Sólo estorba, sobra,

al igual que mi panza que se traga tus bienes.

Lo siento amo...cuidaré mis palabras,

castiga mis pecados, satisfaré tus placeres. -


Dos

- Sí, lo haré.

Le comprendo, claro.

Como usted mande.


Tres

¿Sabe mi señor que me encontré con el posadero?

Y cantó, ya lo creo,

es tan tonto que ni aunque lo intente se calla,

y tanto que lo intenta que me tienta la risa

pero me entero de todo, sí.

Cantó cuanto cuento, no más,

todo lo admitió el hombre.

Usted, amo; diga que se lo ha contado un pajarito.


Cuatro

- Sé tanto como me has permitido saber,

como lo que pones sobre mi mesa

y siento lo que me haces sentir.

No tiene sentido mentir,

¿por qué me enmarañas la cabeza?

¿Por qué tu existencia depende de mi fe?


No entiendo tus complejos,

pero comprendo tus miedos y alegrías.

Es por eso que los comparto.

Miedo a que me dé un infarto

y ¡chas! Se me acaben los días.

Pero a ti eso te coge lejos...


Temes perder tus caprichos,

te puede la avaricia y prepotencia

como a mi me pudo una vez.

Lo siento, pero no te volveré a ver;

no volverás a robar mi inocencia.

Sea correcto o no, está dicho.

Castíguese o no mi conciencia,

soy hombre muerto en cuestión de tiempo,

¿Qué más da si por tu eterna espera y paciencia

o por mis intentos de no sentirme muerto?

Quiero sentirme vivo, no sentarme a tu lado,

no olvides que vives entre millones de difuntos.

Jamás sabré si me has escuchado

pero tendrás tu final, y punto. -


Suspiros de un hombre condenado,

amigo hasta del carcelero.

Su bondad no le pudo haber salvado,

pero si todo aquel dinero

que antes de morir hubo rechazado

por un fin fiel y sincero.

No debiste ser juzgado,

no debiste poner peros...

En Memoria del Creyente Redimido


Ensayos y Errores 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora