Tu Jardín

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En tu jardín había rosas, claveles, lirios y margaritas;

y crecía una con cada recuerdo,

flores que mueren tristes y calladitas

cuando el olvido pudre su existir incierto.


Y cuando moriste, en tu tumba florecieron los lirios.

Había miles, millones y brotaban con alegría.

Regados por las lágrimas del pueblo, ahogadas en mis delirios,

pues no quería entristecer tus flores y sonreía.


Cuando ya estuvo tu jardín podrido,

y mi tumba se abrazaba a la tuya;

cuando las flores murieron en el olvido,

mi flor cantaba nuestra canción eterna

y nos besamos en el aleluya.

Ensayos y Errores 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora