Too late •|STEREK|•

15.

Stiles

Al día siguiente, Scott pasa por mí a casa para llevarme a la escuela.

-¿Como estás, Stiles?–me pregunta mi mejor amigo

-Bien–le digo con una sonrisa viendo hacia la ventana

Estás hecho mierda, a quién engañas.

-Ayer fui al loft, por las llaves de tu jeep y lleve a los chicos con Deaton–me dice mi amigo nervioso

Lo volteó a ver frunciendo el ceño levemente y veo que aprieta el volante levemente.

-¿Que hiciste, Scott?–le digo, poniendo una mano en mi frente

Scott llega a veces a ser tan impulsivo.

-Mmm...nada...sólo los lleve con Deaton–me dice mi amigo soltando una risa nerviosa

Lo fulminó con la mirada y me voltea a ver rápido para después seguir viendo el camino.

-No necesito poderes de hombre lobo para saber que mientes–le digo serio

-Yo tampoco...ayer que te vi antes de bajarnos de auto lo supe, el imbecil de Derek la había cagado a fondo–me dice mi amigo encogiéndose de hombros

Volteó a la ventana y me jaló el cabello con ambas manos, frustrado.

-Y puede...solamente puede...que lo haya golpeado...—toma aire—fue leve solo un puñetazo...en la mandíbula—me dice soltando una pequeña risa al final

Lo volteó a ver perplejo.

-Tranquilo, no hizo nada...en cierto modo, sabía que lo merecía–me dice apagando el auto, habíamos llegado al colegio

Tomo mi mochila aún en estado de shock.

-¿Vas a contarme?, aunque por el olor de ambos es obvio lo qué pasó–me dice esquivando mi mirada

Empezamos a caminar rumbo a la entrada del colegio, para mi mala suerte tengo la primera hora con Scott.

No dejará de molestar, solo dile.

-Te cuento en el descanso–le digo, tomando cosas de mi loker

Scott rueda los ojos y ambos empezamos a caminar rumbo a nuestra primera clase.

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Derek

Despierto más temprano de lo normal y me dirijo a la sala, logró escuchar el latido calmado de los betas y su aroma.
Parece que están dormidos.

Me dirijo a tientas hacia la cafetera, busco los granos en los cajones y no logro encontrar nada.

Olfateo el aire para encontrarlos y me llega a los pulmones el aroma de Stiles mezclado con café.

Mi lobo se hace sumiso al instante, por el aroma.

Confundió por el olor doy un paso hacia tras y logró tirar un frasco al agarrarme de la barra de la cocina.
El frasco que es de vidrio truena en el piso, partiéndose en cachitos.

Escucho como los betas despiertan y abren la puerta de la cocina asustados.

Suelto un gruñido molesto, por ser tan idiota y me agacho dispuesto a recoger todo.