Too late •|STEREK|•

50.

Stiles
Calor, eso era lo que sentía, puro eh intenso calor, mi abdomen ardía.

Abrí los ojos, cerrándolos casi al instante gracias a la luz del día entrando por la ventana, un brazo rodeaba mi cintura, apretándome.
Me pegue contra el cuerpo de Derek recordando el dolor que me había sofocado antes de que el alpha llegara a reclamarme, un dolor similar así había comenzado y no quería pasar de nuevo por eso, ya había sido marcado, ¿¡qué mas necesitaba mi cuerpo!?

Mucho, necesita mucho más. La voz sonó dentro de mi cabeza haciendo que soltara un leve brinco en mi lugar.

Derek soltó un leve ronroneo en cuanto más pegado estuve a él. Y a los segundos logre entender todo.

La marca me picaba, mi abdomen ardía y cuanto más tocaba a Derek más aliviado me sentía. La dura ereccion en mi espalda hizo aumentar mi valentía, empuje a Derek levemente, su cuerpo se movió dormido y dejó de envolverme con su brazo, permitiendo que me levantara y subiera a horcajadas sobre él, no sin antes bajar la sabana totalmente.

Me quede atónito, ¿cómo fue posible que eso entrara en mi?, miré embelesado el pedazo de carne que se erguía con felicidad, Derek dormía plácidamente.

Sonreí con malicia, la cual duró poco ya que la picazón en mi marca y ardor en mi abdomen me regresaron a la realidad.

Y sin pensarlo mucho me deje caer en la erección de mi mate, arrancándole un gemido que desde mi posición se oyó tan excitante que hizo que rasguñara un poco su pecho. La sensación fue abrumadora, se sintió tan bien en un inicio pero, eh ahí las consecuencias de no haberme preparado antes, ni con ayuda de lubricante o saliva.

Derek abrió los ojos en modo alpha, mientras sujeto mis caderas con fuerza al mismo tiempo.

-Stiles–susurró con trabajo mientras me miraba

Oh dios, si seguía con esta vista me vendría en un récord tan vergonzoso que jamás podría ver su cara de nuevo. Derek apretaba mi cadera mientras mantenía la boca levemente abierta, donde sus caninos me daban los buenos días y sus ojos me miraban de manera depredadora.

La picazón y el calor se esfumaron de un momento a otro, aún así había llegado un dolor un tanto diferente; había entrado demasiado rápido y demasiado fuerte, semejante intromisión dolía dentro de mi ser.

-Dolía...—susurre de vuelta—Ya no...solo que...—murmure un poco mareado

-No debiste, tenías que...—sus ojos parpadeaban de rojo a verde—...haber usado lubricante al menos

-Solo...—cerré los ojos, evitando la vista tan afrodisíaca frente a mi—Solo necesito moverme—hablé mientras hacía movimientos circulares con mi cintura

-Stil...Stiles—Derek detuvo mis movimientos, su respiración comenzaba a acelerarse

Me acerqué a su boca, hundiéndome en él aún más. El alpha soltó un gruñido extasiado desde el fondo de su garganta. Coloque uno de mis dedos en sus labios con lentitud.

-Shh, está bien Derek—apreté mi trasero—Déjalo salir—susurre mientras me levantaba levemente y me dejaba caer de nuevo

Derek tomo mi cintura impulsándome hacia la cama quedando arriba de mi.

Me observo con lentitud, cerro los ojos por un par de segundos y los abrió; rojo sangre contra whisky. Uno de sus dedos acarició mis labios mientras daba una fuerte estocada, el crujido que soltó la cama sonó como si estuviera a nada de quebrarse.

Un gemido salió de mi boca, por más que quise morder mi lengua para mantenerme callado no podía controlar mis cuerdas bucales.

Juró haber visto las estrellas, envolví ambas piernas a la cintura de Derek mientras que una de mis manos se enredaba en el cabello azabache. Jale con fuerza desde las raíces, su cabeza se irguió levemente, abriendo la boca mostrándome sus caninos.