Inazuma Eleven Go "Nuevos Amigos...Nuevos Amorios"

Inazuma Eleven Go: "Estúpido Ruloso" Capitulo 6

No tienen que preguntar cuanto me demore en llegar a mi casa y empezar a dejar la caga en mi closet. El ruido que hice llamo la atención de mi hermano que pronto apareció en mi cuarto mirándome con confusión.

- ¿Víctor, que haces? – pregunto desde la puerta, abrazándose a sí mismo.

- Te lo resumiré a un nivel Dios: creemos que Dorian nos dejó un mensaje en nuestros closet. Suena loco, lo sé. Pero es lo que pensamos, y digamos que estoy en busca de ese bendito mensaje.

Vlad me dio una sonrisa, asintió con la cabeza y me miro tiernamente.

- ¿Cómo llegaron a esa conclusión?

- Estaba yo hace un rato mirando estados en WhatsApp, y digamos que el estado de Dorian cambio hace unas horas – toda la ropa que se suponía debía estar ordenada dentro del closet, ahora estaba esparcida por el suelo – y se supone que los muertos no pueden hacer ese tipo de cosas. Así que, existe una remota posibilidad de que Dorian este vivo.

- Víctor, eso que me cuentas suena muy bonito, pero...

- ¿No me crees, verdad? – me detuve, me voltee a mirarlo – es que...

- Víctor entiendo que esto te haya llenado de esperanza y me alegro. En serio que lo hago, pero no quiero que te ilusiones... puede que esto solo sea una broma (muy cruel, por cierto) y que te hará mierda si es así.

- Vlad, también lo pensé. También creí que puede ser una broma, pero esto me da esperanza. Es un mensaje de Dorian, vea como lo veas, lo es. Y yo no soy el único ilusionado con esta verga. Somos todos... - volví a mirar mi closet, vacío ahora. Revise con la mirada si había alguna marca o señal, unas letras o un mísero dibujo, lo que sea, pero en su interior no había nada. – No hay nada – dije en un susurro.

Me decepcione, y obviamente Vlad lo noto y se acercó rápidamente a mí para abrazarme. Apenas sentí su cuerpo me derrumbe y digamos que las malditas lágrimas comenzaron a caer.

La ilusión de tener un mensaje de Dorian me había puesto contento y ahora la mierda me había destruido. Me dolía demasiado. Pienso en como estarán los demás en sus casas. Con el desorden en su habitación, con la esperanza muerta al no ver nada y sumergidos en lágrimas y lamentaciones como estoy yo ahora mismo. Maldito Ruloso, a veces me dan ganas de odiarte. En serio.

- Te advertí, Víctor – Vlad me acariciaba la cabeza con cariño, eso me tranquilizaba. Me sentía seguro en sus brazos.

Recuerdo cuando Vlad estaba postrado en una cama de hospital, con un futuro poco prometedor. Si no fuera por Dorian, él jamás hubiera vuelto a caminar. No me podría abrazar como está haciendo ahora y no podría hacer nada de lo que hace en estos días.

- ¿Por qué Dorian juega conmigo? – dije entre los brazos de mi hermano - ¿Por qué no puedo superar su partida, si ya han pasado meses? Puta vida.

- Eso es porque Dorian te dejo una marca, calo hondo en ti – Vlad me dio una sonrisa melancólica – Además de que te acostumbraste a estar siempre con él, hablar con él y hacer cosas con él. Ahora te parece extraño no contar con su presencia, creo yo que es por eso.

Callado en los fuertes brazos de mi hermano, asentí con la cabeza, dándole la razón a Vlad. Puede que sí, que me haya acostumbrado a Dorian, a siempre contar con él. Sabía que siempre estaría para mí, y que ahora no lo este, eso me duele.

- Víctor, siéntate y cálmate, por favor – me dijo mi hermano porque ya me estaba alterando, mi respiración era acelerada y mi pulso era frenético. Me estaba dando un ataque de pánico, lo sabía. Los primeros dias después de la muerte de Dorian vivía con ataques de pánico.