Inazuma Eleven Go "Nuevos Amigos...Nuevos Amorios"

Inazuma Eleven Go: "Estúpido Ruloso" Capitulo 7

Cuando ya estábamos todos juntos en el parque, sentados en una banca no sabíamos por dónde empezar. Era demasiada información en poco tiempo y, digamos, yo no proceso tan rápido como otros.

- ¿Qué verga? – dijo Sol, creo que ya es una de sus frases típicas.

- Esto es raro, se supone que Dorian está muerto pero ahora, cambia su estado y nos deja unos mensajes, lo más normal – dijo Ricardo.

- Hay que decir que Dorian no era de lo más normal del mundo – comente mientras ellos sonreían.

- Bueno, que te dejo a ti Ricardo – le pregunto Sol.

Era la causa de nuestra junta, y sinceramente tenia curiosidad por saber el mensaje. No sé, puede ser una dirección, fecha, número, alguna cosa que nos brinde información de donde esta para yo poder golpearlo hasta casi matarlo (no lo quiero volver a perder) y después darle un corto abrazo y ya.

- Es bien corto y sinceramente, no le encuentro sentido – Ricardo desvió la mirada – "Sustos que dan gusto".

Después de eso vino un silencio, estábamos todos pensando que verga podía significar. Sinceramente, ni puta idea.

- ¿Cuáles son sus mensajes? – pregunto Ricardo.

- Hoy es de esas mañanas melancólicas – contesto Sol rápidamente mientras tenía los ojos azules. Estaba hecho un caos, su pelo estaba como de costumbre mientras que su ropa estaba hecha una pena. Toda suelta, desordenada y para cualquier dirección menos donde debía. No me aguante las ganas y acomode el cuello de su camisa azul. Eso no le veía venir Sol y obviamente se sorprendió, pero después me agradeció.

- Puedo escribir los versos más tristes esta noche para ustedes – salté mientras arreglaba la camiseta negra de Sol – y tú no te acostumbres, solo es por esta vez.

- Lo sé, esto es algo que haría Dorian.

Fue algo por simple instinto arreglar su camiseta, y la sonrisa juguetona de Ricardo me decía claramente que le gustaba ver mi lado maternal. Chasquee mi lengua y me cruce de brazos.

— Dejando de lado mis nuevos instintos de madre, centrémonos — mire como ellos cambiaban de humor, volviéndose serios — ¿Qué pueden significar esos extraños mensajes de Dorian?

— Es obvio que un saludo no es — dijo Sol, poniendo su mano sobre su barbilla — pero si en un mensaje que nosotros seremos capaces de entender.

— Por algo somos los únicos que tienen algún mensaje — Riccardo miraba hacia el suelo, tratando de pensar — él sabe que somos capaces de descifrarlo.

— Excelente, volvemos a al inicio; nada — comente sarcásticamente, manteniendo mis manos dentro de mis bolsillos.

Por mi mente pasaban varias ideas locas de lo que podría llegar a significar, pero después de recapacitar un poco, sonaban desquiciadas. Fue en ese momento, donde todos estábamos en blanco a mitad del parque donde ocurrió lo impensado, Sol caía al suelo por el golpe de un balón.

Riccardo enseguida se arrodillo a ver como estaba Sol, y por inercia yo los cubrí con mi cuerpo. Con los ojos buscaba quien había lanzado ese maldito balón. Sol ya se estaba poniendo de pie, aun con un brazo sobre su abdomen.