BONUS V.II: DEJAME ENTRAR

91 7 0
                                    

-------Jonghyun hace aproximadamente 2 años -------

**El espacio al otro lado de mi cama estaba vacío.

-Hyeya- la llame en tono cariñoso, pero nadie contesto- Hyeya - la volví a llamar y me levante al notar que ella no contestaba.

Me levante con lentitud de la cama... desee llamarla por su verdadero nombre

"llámame Hyeya... mi nombre verdadero no necesitas saberlo, lo nuestro no durara"

-Hyeya- volví a pronunciar se apodo... Salí del cuarto, la busque por el departamento, pero ella no estaba.

Fui al baño y al ver mi rostro en el espejo sonreí tristemente.

-Sabias que esto sucedería...- le dije a mi reflejo

Gire camino de regreso a nuestra habitación y vi lo que pretendía no haber visto mientras la buscaba, cosas tiradas aquí y allá, cajones abiertos, ropa tirada en el suelo, platos rotos en la cocina.

Llegue a mi habitación recargándome en la puerta, mi cartera tirada en el suelo... seguramente vacía, mire de nuevo en el lado vacio de la cama... esta vez sin pretender que no sabia lo que sucedía.

"Adiós" escrito con lápiz labial rojo en la blanca almohada mostraba la realidad....**

Abrí mis ojos ese recuerdo invadía mis noches una y otra vez, mire hacia el lado "vacio" de la cama, delineado por los primeros rayos del sol, el cuerpo de una hermosa mujer a mi lado.

No sabia su nombre pero tampoco me interesaba, esperaba que hubiera escuchado mis palabras "solo por una noche" y tomase mi consejo "No te enamores de mi".

Me vestí y salí del cuarto de hotel, me dolía la cabeza.

---------------

Habia llegado a "casa" mientras subía por elevador a mi departamento note que mi cabeza seguía doliendo.

-Creo que no iré a la universidad hoy tampoco- reí al darme cuenta de lo desvergonzado que era.

Se suponía que mi madre me había pedido que dejara Hong Kong y aunque no fuera su intención a mis amigos "Hongo" y "Carisma", para alejarme de ese recuerdo y de este tipo de vida.

-Lo siento... este soy yo-dije en voz baja.

Había llegado aproximadamente hace un mes, y a pesar de que la universidad había comenzado la semana anterior, ni una vez la había pisado, prometo que esta semana regresaría a tomar mi vida de universitario...

Bueno, al menos algo había hecho bien, tome la llave de mi departamento al ver que estaba por llegar al 10 piso del edificio, mi departamento, el cual me alejaría de los stalkers que me había ganado en últimas semanas, si con stalkers me refería a las fans que habia ganado cantando en el bar... y para que negarlo las chicas con las que me habia acostado y no habían seguido mis consejos.

El vendedor de bienes raíces había jurado que era el lugar más seguro en la zona, lo exclusivo que era su personal y sus inquilinos, el elevador solo funcionaba con ID codificadas, clave para entrar a cierto piso, un departamento por piso, puerta trasera que llevaba directamente al estacionamiento el cual también estaba vigilado, además de que era un lugar lindo y elegante.

Después de comprobar que todo lo anterior era verdad, firme sin siquiera leer el contrato, solo me interesaba alejar a esos loc@s que me perseguían de antro en antro, de hotel en hotel, lo único que sabía era lo que pagaría y que dentro de 6 meses tendría que renovar contrato.

El elevador se detuvo, las puertas se abrieron.

-Hogar, dulce hogar – sonreí mientras abría la puerta.

El diario de una bodaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora