Un ángel me golpeo

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Patrick P.o.v

Me llamo Patrick Lutz, voy en la universidad de San Francisco, pero era un día feriado, vacaciones de fin de año y estaba en New York con mi padre, él y yo, podríamos decir que congeniamos bien a pesar de la distancia por el divorcio, no me visitaba mucho pero tampoco era tan malo, vivía con mamá y su pareja actual, Mark, caminaba por la avenida principal, había pensado comprarle un regalo a mamá por su aniversario, mientras la nieve caía veía a los niños pequeños que tendrán unos siete u ocho años, tal vez, jugar a pequeñas guerras de bolas de nieve, me gustaba la nieve pero me había acostumbrado al salado clima de la costa, sonreí con un poco de nostalgia, antes mis padres y yo jugábamos en Central Park en días como estos, sin pensarlo mucho camine hacía ahí, estaba tan sumergido en mis recuerdos que solo regrese al presente cuando una bola de nieve me impacto de lleno en la cara, básicamente me tiró en un montículo de hielo y creo que la base de un árbol.

-¿Estás bien?- creí escuchar la voz preocupada de una chica, sonaba como la de un ángel, definitivamente me golpee la cabeza, nunca he escuchado la voz de un ángel -no reacciona-.

-Vaya puntería Chase, bien, relájense, solo necesitamos un par de bolsas grandes de basura, una pala...- dijo una voz de chico supongo que alguien le dio un zape por que sonó un ruido sordo.

-Calmado gánster, ya empieza a recobrar la conciencia- amonesto otra voz de chica.

Lentamente empecé a abrir los ojos, tuve que parpadear un par de veces hasta que mi vista se aclaro, y aún así parpadee unas veces más, la chica que tenía frente a mí era simplemente hermosa, me miraba con unos hermosos ojos de color gris, eran como perlas irisadas, su ceño estaba ligeramente fruncido, sentí mis mejillas enrojecer, esperaba que lo tomará coml respuesta al clima, aunque sinceramente no es el tipo de chica que esperaba ver aquí, bronceada naturalmente, como si viviera cerca del mar y no en el centro de New York, quizá también estaba de vacaciones, se alejo un poco de mí y un chico rubio con aspecto de surfero me tocó la frente hice ademan de alejarme.

-Tranquilo, Will es el mejor doctor de aquí- me detuvo la voz del ángel, el chico solo se dedico a analizar mis signos vitales, viendo sino tenía alguna contusión.

-Parece que estás bien, solo necesitarás descansar un poco- dicho esto se alejo de mí, pero primero me ayudo a incorporarme, me tomó un poco mantenerme en pie sin que el mundo diera vueltas.

-Lo siento, no pensé que fueran a pasar por aquí- la voz del ángel me distrajo de desmayarme, tenía una sonrisa nerviosa.

-Tranquila, yo tampoco pensé que me fueran a noquear con una bola de nieve, tienes la mano pesada ¿eh?- ella se río, incluso su risa era como el repiqueteo de una campanilla.

-Me lo dicen a menudo, más el sesos de alga- tenía una sonrisa soñadora, pero de pronto se le frunció el ceño -quién por cierto no ha llegado-

-Supongo que esta en problemas- ella se giro a mirarme.

-Lo esta, lo siento, Annabeth Chase- me tendió su delicada mano, la apreté ligeramente.

-Patrick Lutz, encantado Annabeth- la nieve volvió a caer en pequeños copos, se enredaban en su cabello haciendo la ilusión de que brillaba un poco, como algo divino (¡¡nah!! ¿me lo juras?) -¿Eres de aquí?- se me quedo viendo como si esperará que me salieran colmillos.

-Mmmm no, soy de San Francisco, ¿y tú?- me dijo con una sonrisa amable.

-También soy de ahí, sólo vine por que mi padre vive aquí, tú, umm ¿tus padres también están divorciados?- pregunta incómoda, o eso pensé sus ojos tenían un brillo de diversión.

-Podríamos decir que sí, pero no vine a visitar a mi madre, no esta vez-

-Oh, ¿y que viniste a hacer?-

-Eres bastante curioso ¿cierto?- me sonroje casi de inmediato, era cierto no llevaba ni una hora de conocerla.

-Lo siento, me deje llevar- ella asintió levemente -bueno, amm ¿quieres ir umm por un café?-

-Sí, supongo que me caería bien uno- empezábamos a caminar cuando de repente escuche un grito de parte de Annabeth, al girarme vi que un muchacho pelinegro de bufanda azul la había subido a su hombro y le daba vueltas mientras ella reía soltándole ligeros golpes en la espalda.

-¡¡Percy!! ¡¡Bájame!!- le decía ella entre risas, escuche carcajadas y note que los chicos que estaban con ella miraban divertidos al recién llegado.

-No quiero, me gusta tenerte así- le dijo él riéndose también.

-Sesos de Alga bájame ahora y te prometo que no te haré una llave de judo- el chico se detuvo pero no la bajo -¿no confías en mí?-

-Lo hago Annie pero quiero alargar mi vida antes de que tomes venganza- la bajo con mucho cuidado, como si temiera romperla o que ella se le lanzará en cuanto sus pies tocarán el suelo. -hola Listilla- le sonrío de lado y casi de manera imperceptible dio un paso atrás, para su mala suerte ella lo noto.

-Hola Sesos de alga, ¿vas a algún lado?- él se río y la abrazo con fuerza por la cintura.

-Eso depende ¿tú vas a algún lado Listilla?- ella le rodeo el cuello con sus brazos, vaya tenía novio.

-¡¡Percabeth!!- gritaron los chicos a coro, cosa que los hizo reír.

-Iba con Patrick por un café, se lo debo le di sin querer con una bola de nieve- él se giro sin soltarla y me miro con una ceja alzada, como midiendo los daños que pudiese haberme hecho.

-Lo siento, no te vi, soy Percy Jackson, encantado- ahora si que lo vi a detalle, tenia los ojos de un verde profundo como el mar, supongo que sería guapo a la visión de una chica, también se veía musculoso.

-No te preocupes, lo entiendo, Patrick Lutz- le di mi sonrisa más amable, no era del tipo que intentaba ligarse a una chica con novio, no me gustaría que me hicieran lo mismo.

-Entonces, ¿querían café?- Annabeth asintió y yo me encogí de hombros.

-Tu chica me noqueo, quizá el café me reviva- lo escuche reír y ella escondió la cara en su pecho, me hizo una seña con la cabeza y los tres fuimos por café y donas para todos.

Fue la tarde más extraña pero divertida que pase en New York, incluso pase la mayoría de mis vacaciones con todos ellos, incluso quedaron en ir a pasar tiempo en mi casa en San Francisco, creo que hice nuevos amigos...

Percabeth One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora