¿Porque el amor es así? [Detenida]

4. Pasado, actualidad.

Lola.

Las 7:00am....¡¡Con un demonio, las 7:00am y aun no estoy lista!!

Me cambie a el uniforme y una coleta de caballo. Fue la primera idea de peinado fácil y sencillo que llegó a mi cabeza, tal vez sorprenda a Alan ya que el dice que soy de peinarme mucho, pero con esta rapidez de Flash que tengo, no creo que sorprenda tanto.

Mi cabello aunque no es completamente lacio, se esponja mucho, así que lo más probable es que en el aula me esté haciendo alguna trenza o algo por el estilo para no tener mechones sueltos y libres que me estorben en la cara con alguna brisa.

Llegue a la preparatoria y entre a mi salón. Por suerte encontré a Alan, que por obras del destino y unos cuántos rezos míos, no estaba golpeado, ni un rasguño.

-Pequeñin.

-¡Prisidinti!

-¡Hola!- lo saludé sin dejar de sonreír de oreja a oreja.

-¡Jelou!

-Ahora estas sano y salvó, ¿eh?-seguía con mi radiante y falsa sonrisa.

-Jeje si. Ahora para mi suerte no me los tope en la entrada.

-Que bien.-Dije aliviada son dejar de mostrar mi antes dicha sonrisa. Creo que perdí la cuenta de todas las "sonrisa" que dije.

-Lola... ¿paso algo? Te ves algo agotada, veo que ni siquiera te arreglaste.

-¿Eh? ¿no me ves feliz por ti? Y, un dia sin peinarme no oasa nada.- dije fingiendo algo de alegría. Este chico nota tan rápido mis ánimos...

-Estas demasiado sonrriente, cuando lo estas pasaste un muy mal rato. Te conozco. Tu no expresas la felicidad con una gran sonrrisa, lo haces con acciones. Si fuese asi me hubieses abrazado o llenado de besos.- Tenía razón, cada palabra era verdad, pero en cuanto lo dijo no pude contener los sentimientos que me invadian el día anterior.

-P-pero ¿porqué lloras?

-...¿te puedo abrazar...? -No termine mi pregunta, y ya unos pequeños brazos rodaban mi delgado cuerpo, con ternura y compasión.

-No lo tienes que preguntar tonta. ¿Puedo saber que ocurrió?

-S-si. Sebastián me engañaba. Ya terminamos.- Así sin rodeos lo solté, la primera persona en saber mi estúpida tragedia y van contando.

-...yo ya tenía sospechas de el y que no terminaría bien...de verdad lo siento...-dijo separándose del abrazo.

-No té preocupes. Me dolió, claro. Pero la vida sigue.- dije riendo un poco con nerviosismo; esas imágenes ridículas de tumblr tienen algo de razón.

Sonó el timbre para las primeras horas de clases y como yo ya me estaba ocupando de un "evento" en la escuela (que sólo seria un viernes social sin uniforme, osea pasado mañana), Alan se fue a nuestra aula.
Paso el dia muy lento y aburrido.

Llegó receso y fui a buscar a Sara. Estaba jugando voleibol, grite...

-¡Sara!

-Cuéntame todo ya, porque por algo me gritaste tan impciente ¿no?.- me dijo alegre, como es ella siempre.

Sin ser interrumpida en ningún momento, le conté todo.

-Ese hijo de...

-Calmada, ya ocurrió y no tiene caso.

-¿Estas bien...?

-Si, algo... No, no lo estoy.

-Mi niña...en la tarde salimos y te despejas ¿va?