Lola.
Tengo que admitirlo, estaba demasiado emocionada, tal vez y quería que nos viéramos para arreglar las cosas, ser como antes, los novios lindos, conocidos por la gente que solíamos ser. Asi eramos el y yo, nuestros nombre juntos estaban en la boca de muchas personas ajenas a nuestro círculo social. ¿Porqué? Déjenme decirles que ni yo tengo idea; pero era inceible, adorados por unos, envidiados por otros.
Al fin de todo, nos conocían por nuestro amor.
No saben con que alegría tenia al dar casa paso hacia el parque, desbordaba felicidad por todas partes. No me soprenderia que me vieran las personas en momentos, ya que no me detengo al mostrar mis dientes en señal de alegría, o tal vez para los demás de que ya estoy chiflada.
Y cuando me decidí de buscar a Sebastián con la mirada y boletos de cine en mi mano, toda esa alegría se terminó en cuestión de segundos.
De un momento para otro mi sonrisa se había perdido, el viento hizo que volarán los boletos de mis manos, y yo ya estaba comenzando a llorar.
Mi llamado novio se estaba besando, con una chica que ya antes había visto hablarle.
¿Saben? Hubiera preferido mil veces que me terminará así de golpe...pero, que me engañara. Y ni imaginarme el tiempo que lo ha hecho... pensar en ello, creo que me partía más el corazón.
Lo unico que quise era correr, irme de ahí; pero ¿han escuchado que cuando cuando algo verdaderamente te asombra, ni siquiera te puedes mover? Bueno, yo estaba experimentando cada palabra en la extensión de la frase.
Por un momento desperté de lo que quiera fuera un sueño, una pesadilla, mi cerebro por fin proceso las cosas. Y al perecer mis piernas reaccionaron a esto, pero para mi mala suerte Sebastián notó mi presencia cuando al fin estaba a punto de marcharme de esa escena.
Se separó de los labios de esa chica, que ni su nombre puedo recordar debido al shock que acabo de recibir. Y me llamó.
-Lola... Lola, yo-
-Callate...yo que pensaba que me citaste para arreglar nuestra relación... -dije con un hilo de voz, y un mar de lágrimas en mis mejillas. Con lo poco que podía hablar, esas palabras salieron de mis pálidos labios.
-Oye, lo sien- lo interrumpí.
-No quiero escucharte.
-Dejame disculp- de nuevo.
-No, no, no, ¡callate! ¡me quedo claro!- es en serio, cuando digo que me daba odio y tristeza juntas al escuchar su voz.
"¿Por cuanto tiempo habrá estos usandome, engañandome...?" Me pregunté, y claro, no me iba a quedar con la duda.
-¿Desde cuando...?- quería que mi voz sonará firme, pero ese maldito nudo en la garganta no me lo permitió.
-Dos meses...
"¡¿Dos meses?! ¡¿Es en serio?! ¡¿Y hasta ahora pensab decírmelo?!" Gritaba, gritaba muy fuerte en mis adentros.
-Sólo...¿me quisiste en algún momento...?
-No.- dijo frío, serio, partiendome el alma en dos.- Sólo me pareciste linda...
-¿Te lo parecía? ¿Y ya no?
-No creo que quieras escuchar mas...- y tenía razón. Sólo deseaba que aquel dolor que padecía mi pecho se esfumara. Y para dar por terminado esta horrorosa escena, grité.
-¡¡Eres un idiota Sebastián!!
Corrí, corrí lo más rápido que pude en esta mi corta vida, como si alguien me quisiera atrapar mas nadie me perseguía.
Al llegar me derrumbe como un edicio de construcción a punto de demoler, lo único que pude hacer fue llorar lo que fuera suficiente en mi sillón de sala. Ridiculo que llore...siempre habia pensado así. Y lo deje de hacer, deje de llorar.
Una de las frases que me decía mi madre a cada instante era: "Es ridículo llorar, te ves estúpida y débil." Y lo dejó grabado en mi cabeza. Puede que sea porque de pequeña, parecía que si no lloraba en algún momento del día, no viviría. O, simplemente sea verdad...
Fui directo al baño a tomar una ducha, sacar las ultimas lagrimas que me quedaban y poder descansar de este desastroso día.
Antes de colocar las sabanas en mi colchon y poder arroparme, publique la renta de la habitación de mi casa. No porque quiera convivir con alguien, si no que si no lo hago lo olvidaré y nunca lo haré. A demás, se lo dije a Sara.
Lo publique en una página llena de "adolecentes" de mi edad uno o dos años mayor que yo. Traté de que fuera lo más convincente posible para que al menos entre todas las publicaciones de compras de videojuegos y otros variantes del mismo no se perdiera y una persona le llamara la atención.
Cuando termine, me fui directo a dormir. No lo negaré, fue poco lo que dormí. De verdad...estaba enamorada de Sebastián. Me siento traicionada, dolida. Pero era hora de aceptar que no merecía llorar, y menos por ese poco hombre.
Debo aceptar que no me moriría sin el, eso pensaba. Sólo se, que el me hacía felíz. Hacía, pasado.
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¿Porque el amor es así? [Detenida]
Losowe¿Alguna vez te haz preguntado cosas sobre el amor? ¿Tendra problemas? ¿muchos problemas? ¿Todos son iguales? ¿parecidos? El amor, su razón y significado es muy grande. Algo que ni yo te podría explicar. He experimentado muchas cosas, y creo que...