Just A Little Bite ☞YOONMIN☜

Bite 9

Escuche a lo lejos como mis compañeros de trabajo hablaban animadamente sobre la fiesta sorpresa que estaban preparando para nada más y nada menos que Hoseok, yo estaba entre el montón de gente, parado a una prudente distancia donde podía escuchar con claridad todo pero sin mezclarme entre el grupo, algunos se repartían las tareas de quien compraría el pastel, quien los adornos, hablaban sobre que regalos les podrían gustar al humano y una chica de las oficinas pasaba lentamente de lado a lado recolectado la cooperación para la fiesta.

Fruncí el ceño un poco viendo a la joven de cabellos castaños dorados recogidos en un pulcro recogido. Vestía una blusa de vestir azul cielo, con una falda pegada al cuerpo que llegaba poco arriba de sus rodillas, era sin dudas era una mujer atractiva pero nunca me agrado. La chica siempre había mostrado un interés particular en Hoseok aunque este solo hablaba con ella de la misma manera que con todos, aun así nunca perdía la oportunidad de coquetear con el humano, lo cual siempre me parecio irritante.

-Yoongi-ssi.- me llamo Seungyeon sin mostrarse para nada afectada por mi directa mirada sobre ella. -¿Vas a cooperar para la fiesta de Hoseok-oppa?- no controle un ligero gruñido en mi garganta, era un sonido siseante, lleno de veneno como una víbora pero aun así, la humana no lo escucho.

Saque en silencio mi cartera y saque una cantidad sin fijarme bien cuanto pues lo único que hacía era mirar a la humana frente a mí directamente a los ojos. "Oppa" repetí en mi cabeza con sorna y molestia, esa perra le había dicho 'oppa' y empezaba a sentir que a ella le quedaban pocos segundos de vida. Tendí el dinero y cuando ella lo tomo, sujete con fuerza para evitar que se lo llevara, sorprendida me miro y mi mirada no era solo fija esta vez, mi expresión se volvió fría y cortante, una expresión peligrosa que hizo a Seungyeon temblar y perder el aire mientras su corazón latía desaforado.

-¿Acaso no es demasiado confiada como para llamar a Hoseok "oppa"?- Pregunte bajo, pero a pesar de ello me logro escuchar, mi voz aunque casi en susurros viajo lenta, deslizándose por el aire como humo lento hasta llegar a sus oídos, el ronco sonido de mi voz la hizo estremecerse mas y sus ojos se abrieron con pánico, las presas eran siempre tan frágiles y fáciles de controlar cuando influyes el miedo en ellas. -Se lo que quieres de él, pero por tu propio bien... aléjate.- sentencie y solté el dinero caminando fuera de la pequeña e improvisada junta para dejar tras de mi a una joven replanteándose seguramente la vida que ha tenido hasta ahora.

Aun quedaban 15 minutos de mi descanso por lo que subí las escaleras hasta la azotea donde siempre iba a pensar o simplemente mirar la ciudad. Salí por la puerta y el frio de la tarde pego rápidamente en mi rostro. Estaba haciendo mucho frio pero eso a mí no me afectaba en lo más mínimo así que camine por la azotea con confianza, casi como si fuera un día de verano. Todo el perímetro del edificio estaba rodeado por un barandal que llegaba por encima de mi abdomen, llegue hasta él y me deje caer de frente con mis codos cruzados en el metal. El viento soplo y el rostro asustado de la humana regreso a mis recuerdos. Gong Seungyeon no era una chica mala, tenía un buen trabajo, era estable y si, quizá era un poco voluble con sus relaciones pero en general, ella no era una chica mala, mi problema con ella era que se fijó en Hoseok.

Lo había estado notando antes de la cena en mi casa, pero era solo una ligera sensación que podía fácilmente pretender que era otra cosa, pero después de aquella cena todo se volvió más intenso con Hoseok, aunque él humano ni lo sabía. Yo era alguien demasiado posesivo, aun después de 15 años sin ser un "vampiro", mi posesividad nunca se fue, es un rastro mío que creo jamás podre cambiar. Lo supe con Jin, cuando vi que él estaba en problemas, me sentí incomodo, molesto, el humano era tan bueno conmigo sin razón que había ganado algo de mi aprecio y después de que paso lo de su jefe, esa posesividad que sentía volvió.

De alguna manera, ahora sentía que Hoseok era parte de mí, lo deje entrar a mi casa, lo deje conocer a Jin, mis debilidades, lo que amo, desde ese momento para mí, Hoseok era alguien importante, alguien que aprecio y por ende, que no dejare que cualquiera lastime. Aún recuerdo el dolor y la ira que los celos me trajeron cuando conocí a Ken, no quería volver a pasar por ello con Hoseok, aunque Ken era un buen tipo y Jin no me dejo asustarlo.