Escuadrón Anti-Chicos© (En edición)

Capítulo 6: ¿Fantasmas en el instituto?

Jess.

¿¡Cómo es posible que Lucy haya perdido las llaves!? ¡No quiero quedarme encerrada aquí! Ni menos con estos cuatro idiotas que no tienen ni la menor idea de que es la palabra "perder".

— Grandioso, la responsabilidad de Lucy se fue por la borda —dice Sarah sarcástica mientras niega con su cabeza levemente—. ¿Y ahora qué haremos?

— Esperar, supongo —dice Mike.

— ¿Esperar hasta el lunes?

— Cuando eso pase estaremos muertos.

— Moriremos aquí... Es seguro.

— Encerrados sin comida ni agua, no tendré hijos y no voy a poder conocer a Taylor Swift y...

— ¿¡Se callan!? —dice Abby frustrada callando a los chicos—. Quejarse no soluciona nada ¿Lo sabían?

— ¿Pero que nos queda hacer? Si Lucy perdió las llaves —dice Mike poniendo sus manos en sus mejillas.

— Pues mueve tu trasero y anda a buscarlas si quieres salir de aquí, maldito flojo —dice Abby molesta. Rara vez la vemos en este estado.

— O... Podemos ocupar nuestros celulares —digo elevando mis cejas mirando a cada uno.

Estamos los ocho sentados en la escalera del instituto. En el primer escalón me encuentro yo y Lucy. En el segundo Jack, Niall, Steve y por último en el tercer escalón se halla Mike, Abby y Sarah. Básicamente en los tres primeros escalones.

— El mio no tiene carga —dice Steve, Niall y Abby al unísono.

Bien, tres teléfonos menos.

— Yo no tengo saldo —digo junto con Mike. Recordé que se me acabó todo la semana pasada.

Otros dos menos...

— Yo lo dejé en casa —dice Sarah.

Uno menos...

Miramos a Jack y a Lucy.

— Ustedes son los únicos que no tienen lo anterior dicho ¿No? —arqueo una ceja esperando que así sea.

Lucy hace una mueca encogiéndose de hombros sonriendo inocentemente.

— ¿Me creerán que también perdí mi teléfono? —pregunta.

Entorno mis ojos. Genial.

— Perdiste las llaves, ¿Por que eso no? —le pregunto irónica entrecerrando mis ojos.

Ella suelta una mini risa nerviosa. De acuerdo, dejaré de hacerla sentir más culpable de lo que ya es.

Miramos a Jack esperando que él tenga su teléfono con saldo y con la suficiente de carga como para llamar a alguien y salir de aquí.

— Lo tengo aquí. Descuiden —nos muestra su teléfono elevando ambas cejas.

Suspiro aliviada.

Al fin, ya me estaba aburriendo estar aquí encerrada por... Ocho horas. Moriría si no tengo mi cama en éste nomento, sólo quiero irme a casa. Ya.

— Oh, oh —dice Jack mirándonos.

— Define "Oh, oh" —lo miro seriamente.

— No tengo recepción —dice.

Bufo. ¡Lo que nos faltaba!

— Subamos al segundo piso, allí debe haber —señalo el piso de arriba tratando de estar más calmada.