—¿Sabes?, no debimos irnos sin pagar, Archie —digo al salir de una dulcería repleta de gente.
—Usa la cabeza Jenna, no me alcanzaba. ¿Que más querías que hiciera?.
Esa actitud tan estúpida de mi hermano la he tenido que soportar por quince años; desde que tengo memoria.
—Habían muchos de tus amigos ahí dentro ¿No podías pedir prestado?
Él, que había estado de espaldas a mí, se gira y me mira a los ojos.
—No —gruñe y me da una bofetada—. No me digas que debo hacer ¿entendido? Te arrepentirías.
Seguimos caminando en silencio de vuelta a casa, yo dos o tres pasos más atrás. Siempre me golpea, todos los días de mi corta vida; la cual, el parece muy empeñado en acortar. No puedo decir nada, no porque no quiera; sino porque se que me mandaría de cabeza al séptimo círculo del infierno. Sé muy bien que, aunque sea buena estudiante y mi hermano no, jamás seré la favorita. Archie es el súper atleta del hogar, el chico más guapo de la escuela, el que más novias ha tenido y, lo que nadie más ha notado aparte de mi, el mas idiota del mundo.
Al llegar a casa, subo las escaleras y me voy directamente a mi cuarto.
Mi casa es de dos pisos: En la planta baja se encuentra la cocina, la sala y el salón de televisión. En la planta alta se encuentran las habitaciones: la de mis padres, la de mí hermano (finamente decorada con posters obscenos de chicas en posiciones ligeramente extrañas), la mía (que es más aburrida que nada en el mundo), y finalmente un intento fallido de estudio que sirve, mas que nada, para guardar y "arrumar" cosas que ya no necesitamos.
Siempre paso mucho tiempo en mi habitación, no me gusta salir y eso no ayuda en nada a mi actitud antisocial. Con la única con la que puedo actuar libremente, sin sentirme fuera de lugar, ni observada, ni mucho menos incómoda es con mi mejor amiga Ally. Nos conocemos hace dos años exactamente y, aunque somos polos supremamente opuestos, podemos ser auténticas la una con la otra. Ally es más sociable, tiene más facilidad para hablar con los chicos, y es una de las chicas mas populares de la escuela. Lo único que tenemos en común es que adoramos la lectura locamente y siempre nos imaginamos como sería si la vida fuera así: Todas con finales felices, encontrando a su amor ideal y con él compartir intensas aventuras venciendo al villano y tener una vida perfecta. Cabe decir, que la mía está lejos de ser perfecta: jamás he hablado con un chico a no ser que sea en clase (ellos corren a fin de curso para pedirme los apuntes) , o para defenderme de insultos hacia Ally o hacia mi. Todos efectuados por Eileen, una chica que odia a cualquiera que no sea ella y lo hace pagar sea como sea el no comportarse como ella desea. Sé muy bien que tiene problemas de personalidad y por eso me odia. No quiero pelear con ella porque la única vez que lo hice no me fué muy bien:
Hubo un momento en el que me lanzó contra los casilleros.Caí lentamente con la cara estampada en frio metal, me levanté y la miré con todo el odio posible y me giré para irme. Ella no soportó que ignorara su ataque y gritó:
—¡No me des la espalda, estúpida!
Me agarró del jersey que traía puesto y me hizo quedar frente a ella:
—Lo lamento —contesté—. Tengo clase y no quería perder mi tiempo con cosas idiotas, huecas y sin sentido alguno.
—¿Te crees valiente? —dijo—. No sabes con quien te metes ¿No te enseñaron a no jugar con fuego?
-Ay por favor —bufé—. Eso lo tomaría en serio si la persona que me lo estuviera diciendo tuviera la mínima capacidad de deletrear "fuego"
Todo el mundo rió, los miré y me fijé que ya estaban haciendo un círculo alrededor nuestro.
—Es la última vez que te lo digo —gruñó Eileen acercándose a mí, sobrepasando mi espacio vital—. Nunca te vuelvas a cruzar en mi camino. Si ves que estoy caminando hacia tí, no me importa lo que estés haciendo o si es importante, vas a dar media vuelta y te largarás
—Tú a mi no me dices que hacer—gruñí alzando la voz—Lo único que haría sería controlar mis impulsos para no golpearte al verte ¿entendido?.
En retrospectiva, no fué lo mejor que pude haber dicho. Al siguiente día tenía una citación para mis padres por "mala conducta y violamiento de la convivencia estudiantil" lo cual yo entiendo por "somos una escuela de doble moral y a las niñas sosas y con dinero las tratamos como tacitas de plata". Después de eso jamás en mí vida volví a buscar problemas con Eileen ya que, fuera lo que fuera, siempre tendría yo las de perder.
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Pensamientos sin Punto Fijo
Teen FictionJenna tiene una vida normal con un hermano que actua como un idiota mas que otra cosa. Jenna no se destaca por nada mas que por sus buena notas en comparación a su hermano que es el mejor en todo. Piensa que tiene los problemas normales de una vida...