Ally. Mi amiga más confiable está en peligro, pero ¿quién quiere hacerle daño?. Luego una persona viene a mi mente. Eileen. No sé por qué intento recordar el momento en que me dijo algo entre labios que no entendí. Cierro los ojos y busco en los rincones mas recónditos de mi memoria ese recuerdo del que ahora necesito tanto.
Sin quererlo, me desplazo al instante exacto en que todo pasa. Los policías se la llevan, me mira fijamente con rabia y una pizca de picardía. Me concentro en sus labios y me dice...
—Cuida de ella —sonríe.
Siento como si saliera disparada de un cañón y cayera pesadamente en la silla del laboratorio. Me siento mareada y con náuseas.
—¿Qué momento quisiste repetir? —pregunta Zack bajando de la mesa y acuchillándose en el suelo, frente a mi.
—Es Eileen, ¿no es así?pregunto ignorándolo. No sé muy bien por qué. La respuesta ya la tengo.
—La verdad es que sí —dice sin mostrar sorpresa alguna —Tienes un don muy especial. Cualquiera le gustaría tenerte de su lado. Hay pocos como tú y, la gran mayoría, están muertos.
Las náuseas empeoran con sus últimas palabras. Todo empieza a dar vueltas, no siento las manos, los pies me cosquillean y todo sentido de la realidad se va perdiendo. Voy cayendo a un agujero y todo se oscurece.
Abro los ojos y trato de ubicarme. Veo una mesa de noche que se me hace muy familiar y con eso ya sé que estoy en mi habitación. Miro a la ventana y está un poco gris el paisaje aunque sé que no es porque vaya a llover. Ya está anocheciendo. No sé muy bien como llegué aquí, estaba en el laboratorio de química con Zack y luego todo se desvaneció.
Zack. El es la respuesta a todas mis preguntas ahora. Pero no me permito pensar en eso; estoy furiosa. Furiosa por ser usada, furiosa por las mentiras, furiosa porque tengo un estúpido don que en quince años jamás supe que tenía y más furiosa porque estoy enamorada de un chico que a duras penas si se sabe mi nombre.
Me levanto para tomar mi teléfono y llamar a Zack, pero algo me llama la atención; una carta.
Es de color pergamino y esta escrita con pluma y tinta:
Así que ya sabes lo que eres. Lastimosamente (y aunque me duela aceptarlo) esta vez la liga no se equivoca; eres especial. Cabe decir que estoy más que dispuesto a tenerte de mi lado y no me importa que tenga que hacer para que sea así. Soy un chico de influencias (sí, chico) que ha ganado todo lo que tiene por astucia. Soy capaz de muchas cosas... hasta de sacar a la gente de la cárcel sin cumplir ni la mitad de su condena. Impresionante como el pasado viene por ti. Aléjate del protector. Con el tiempo te darás cuenta que esa ''liga'' de quinta categoría es solo una fachada y una gran mentira que encierra a otras no tan pequeñas. Haz lo que te digo. De lo contrario sé que Jonah te hará cambiar de opinión.
-R
La carta responde una de mis grandes incógnitas ''¿Quién dejó salir a Jonah?'' R. Y lo hizo porque sabe que yo le tengo miedo y no voy a estar tranquila con él a mi alrededor. Recuerdo que en algún momento pasó por mi cabeza contactar a alguno de esos protectores, pero no lo haré ni ellos vendrán por mi. Sea quien fuere R, algo está claro: no me quiere muerta. Por lo cual los protectores no vendrán por mi.
Empiezo a sentir un incesante dolor de cabeza producto del estrés que estoy viviendo estos días. Decido irme a dormir un poco aunque sean las seis de la tarde (dios, no se porqué el desmayo me duró tanto tiempo) y trato de tranquilizarme en el sueño. Me pongo la pijama y me meto entre las sábanas contenta de por fin tener un momento de paz. Respiro hondo, cierro los ojos y me aferro a la oscuridad del descanso.
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Pensamientos sin Punto Fijo
Fiksi RemajaJenna tiene una vida normal con un hermano que actua como un idiota mas que otra cosa. Jenna no se destaca por nada mas que por sus buena notas en comparación a su hermano que es el mejor en todo. Piensa que tiene los problemas normales de una vida...