Capítulo 6

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Lanzo el teléfono contra la pared y, tanto la tapa como la batería, salen disparados y caen en diferentes partes del suelo. Me invaden unos celos negros que me causan ganas de llorar aunque sigo sin entender por qué; él y yo no nos habíamos visto nunca y jamás habíamos hablado, hasta hoy.

Levanto mi teléfono, regreso todo a su lugar y lo prendo de nuevo. Cuando estoy segura que no sufrió daños mayores, bajo a la cocina y me preparo algo de comer, me siento en el sofá y busco algún canal interesante en la televisión. Luego de dos horas de ver documentales (no había nada más que ver) mi teléfono suena de nuevo indicándome que me acaba de llegar un mensaje; lo ignoro. Suena dos, tres, cuatro veces más y ya cansada del sonido me animo a mirar. Es Ally.

>>¡LA IMAGEN DEL CHICO NUEVO CON EILEEN ESTÁ EN TODOS LADOS! ¿LA VISTE?<<

>>JEN, ¿QUÉ PASA?, TÚ SIEMPRE CONTESTAS LOS MENSAJES<<

>>EMPIEZO A PENSAR QUE NO ESTÁS BIEN. HÁBLAME CUANDO PUEDAS<<

''Pues no te equivocas'' pienso

>>JENNA REID ¡CONTESTA EL PUTO TELÉFONO AHORA MISMO!<<

Pienso mandarle un mensaje pero luego me arrepiento, tengo pereza de escribir así que empiezo a marcar su número.

 —¡Jenna! Me tenias preocupada ¿Dónde estás? —Sí, estaba preocupada. Su voz temblaba.

 —En mi casa  —contesto—. ¿Donde más podría estar?.

 —No contestabas el teléfono. ¿Viste la foto? Ahora todos en la escuela la tienen.

 —Eileen se encargó de que fuera la primera en verla.

 —En venganza por hablar con Zack. Es una zorra maldita, obviamente.

 —Él no es mejor que ella. Es más; él puede llegar a ser peor.

 —¿Qué? —hace un ruido de incredulidad— ¿Es por la foto? Acepto que es un completo idiota por meterse con ella, pero es un chico y no deberías...

 —No es por eso —la interrumpo—. O, por lo menos, no completamente.

—¿A qué te refieres?.

Decido contarle la corta historia. Cuando termino se queda callada, luego de casi dos minutos de silencio por fin habla:

 —¡No puedo creerlo! —grita— Es un imbécil. ¿Crees que él quiso que vieras esa foto?.

 —No me sorprendería —bufo—. Es igual que ella. Están hechos el uno para el otro.

 —En eso tienes razón.

Hablamos un poco más y luego nos despedimos. Voy subiendo las escaleras y escucho el sonido de la puerta al abrirse, me quedo mirando la puerta para saber si es mamá la que llegó; pero no, es Archie. Está hablando con uno de sus amigos, Dale, supongo, así que acabo de subir las escaleras escuchando la conversación hasta que algo llama mi atención.

 —Bienvenido a mi casa, Zack.

¡No! El idiota de Archie lo trajo a casa. Idiota, idiota, idiota... son casi las diez de la noche ¿No tendrá casa? Decido entrar a mi cuarto y cerrar un poco la puerta, dejando un espacio pequeño, entre el marco de la puerta y la puerta, para poder escuchar:

 —¿Sabes? —dice Archie— Esa foto la tienen todos, ¿qué piensas hacer?

 —Esa chica es una total hija de puta; poner pastillas extrañas en mi bebida para poder acostarse conmigo y luego, pedir  a su amiga que tomara fotos es algo muy bajo —dice Zack.

¿Pastillas? No debe ser cierto. Debe estar actuando todo. Estúpido, mentiroso y egocéntrico...

 —Gracias por detenerla... bueno, detenernos. Podría haber sido peor el haberme despertado en la mañana a su lado —dice Zack.

Esto hace tambalear mi hipótesis. Si Archie le advirtió y lo ''salvó'' entonces tal vez, sólo tal vez, no esté mintiendo.

 —No hay problema. La vi poner eso en tu bebida y no me pareció correcto —Archie parece encantado de ser el héroe. Aunque yo sé que eso es un favor que ahora Zack le debe.

 —Ella lo negó. Si no nos hubieras mostrado el vaso con los residuos de las pastillas, yo le habría creído.

Muy bien, a ver, así que Eileen esta vez se pasó y con toda. El único problema es que esa imagen jamás se borrará de mi mente. Eileen sabe que en la escuela le van a creer más a ella así que ya debe estar pensando que lo tiene entre sus manos.

 —¿Qué piensas hacer con la foto? —pregunta Archie.

 —No lo sé. No creo que la tenga toda la escuela, solo los de la fiesta —.''Que convencido estás, Zack'' pienso.

Archie ríe sonoramente y luego dice:

 —No creas que tienes tanta suerte. Hasta mi hermana, Jenna, lo debió haber visto. Tal vez no la conozcas porque fingimos no ser hermanos. De igual manera, ella es una total tonta así que...

 —¿¡Jenna es tu hermana!? —grita Zack

Pensamientos sin Punto FijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora