Equivocada.

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Ya casi al completarse la semana, ese viernes me volví a poner mal en el colegio, tenía mucho mareo y dolor de cabeza y aun sabiendo que mi salud no estaba en las mejores condiciones- Benjamin, no hizo amago de hablar conmigo, el día transcurrio y cuando al fin iba de salida.

El me detuvo, se interpuso en mi camino con el fin de no dejarme libre el paso-no tenía ánimos para discutir, me sentía débil y muy cansada.

-podemos hablar - susurro muy serca de mi.

Yo  mantenía mi vista fija en  el suelo, evitando su mirada tan penetrante,- Benjamin podía conseguir sacarme todas las verdades, incluso las  más ocultas que existían dentro de mi- y no podía dejar que me viera débil y triste por él.

-debo irme- trate de parecer firme- ya es tarde- quise irme pero me sostuvo por la muñeca y me obligo a verlo a los ojos, y ya no pude negarme - ahora si quieres hablar-dije con enojo - después de casi una semana - gesticule con el dedo índice-una semana, y nisiquiera un "hola tonta, ya estas muerta, o es tu espíritu al que le hablo" - dije a punto de estallar - tu gran orgullo no te permitió hablarle a "tu amiga" - finalice molesta.

El rio amargamente, y me hablo con voz carrasposa.

-tenía miedo y no sabía cual sería tu reacción, además estas en todo tu derecho de hacerlo, al final, yo una vez te hice lo mismo, sería justo que ahora  tu lo hicieras conmigo - enserio me decía eso? Quería matarlo por ser tan conformista y solo resignarse, por tener miedo y no arriesgarse.

Molesta lo empece a empujar hacia atrás mientras el sostenía mis dos muñecas, evitando que saliera del salón de clases.

-yo no te importo, nuestra amistad no te importa- dije molesta, mirando sus ojos que de alguna manera hacían que mis enojo cesarán.


sentí que su cuerpo se estampó contra el pizarrón, quedando yo muy cerca de el y entonces el hablo.

-en verdad eso es lo que piensas-dijo casi un lamento - tu no entiendes nada - pronunció en un susurro, que por alguna razón hacia que me erizara la piel.

-entonces explicame- conteste en el mismo tono que el.

Mientras su cabeza se inclinaba hacia abajo, como ocultando su rostro de mi.

- como voy a entender si nunca me dices nada- le dije con la voz quebrada.

Benjamín aflojo el amarre que tenía  con mis muñecas y yo deje mis brazos en jarra y nos acercamos más, quedando a menos de tres centímetros de distancia - al notar esto ambos nos miramos y por alguna razón que no comprendo desvíe mi mirada a sus labios.

Un ruido en la ventana de vidrio nos hizo apartarnos, Eduardo el primo de Benjamin estaba afuera esperandolo - estábamos solos, ya no quedaba nadie en los pasillo y yo ni siquiera me había percatado Que el y yo estábamos Solos en el salón.-De alguna manera Carlos y roseta se las había ingeniado para dejarnos solos.

Al sentir como me ponía nerviosa, salí del salón en dirección al microbus, evitando a Benjamín, el siguió tras de mi diciendo no se que más cosas,- yo no podía pensar en otra cosa que no fuese mi actitud anterior, por qué  había hecho eso? 

Por que no pude evitar mirar sus labios y desear que Eduardo se hubiese  tardado un poco más?  Por qué  estaba tan nerviosa?  Era solo Benjamin! Era solo mi amigo. 

Pero no podía evitar sentir esa felicidad de estar equivocada, si le importaba a Benjamin,  se trago su orgullo por mi.

Generalmente odio no tener la razón, siempre me gusta asertar y decir lo correcto, no me gusta equivocarme.
Pero esta vez, esta feliz de no tener la razón, esta feliz de haberme tragado mis palabras como el se trago su orgullo, estaba feliz de estar  equivocada.!

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