Era de noche y Scott y Stiles seguían investigando el caso de la chica coyote, encontraron su guarida en el bosque y llamaron a la policía, de repente el teléfono de Stiles sonó.
- Un momento - dijo Stiles antes de contestar - diga.
- Stiles, ¿recuerdas que me dijiste que te llamara si volvía a pasar? Pues ha pasado - dijo Simon a través del teléfono.
- Simon tranquilízate, ¿dónde estás?
- En mi casa.
- ¿Estas solo?
- Si, mi tía esta con su novio nuevo, no volverá hasta mañana.
- Voy para allá, aguanta.
- ¿Qué pasa? - le pregunto Scott.
- Es Simon, sus poderes se han salido de control tengo que ayudarle.
- Voy contigo.
Scott y Stiles fueron a la casa de Simon y llamaron a la puerta, pero nadie contestaba - ¡Simon! - grito Stiles intentando abrir la puerta - está cerrada.
Scott cogió el pomo de la puerta y la abrió, subieron a la habitación de Simon e intentaron abrirla, pero no había manera, estuvieron empujando la puerta hasta que consiguieron abrirla. Cuando entraron la habitación entera estaba levitando y Simon estaba en el suelo llorando sin saber qué hacer. Stiles fue acercándose poco a poco a Simon mientras esquivaba los objetos de su habitación que estaban por los aires.
- Vale Simon tranquilízate - le dijo.
- Juro que lo intento, pero no puedo, estaba durmiendo en mi cama y de repente me desperté en el suelo y todo estaba levitando.
- Vale tranquilízate, estoy aquí tranquilo, venga sé que puedes hacerlo, respira - dijo cogiéndole de la mano y acercándolo hacia él.
Simon abrazo a Stiles y de repente todos los objetos de la habitación cayeron al suelo - necesita ayuda Scott - le dijo Stiles, sugiriéndole que debían hablar con Deaton el sabría qué hacer.
A la mañana siguiente Stiles tuvo otra de sus visiones en clase, después de clase Simon fue a ver como estaba - Stiles, me he enterado de lo que te ha pasado, ¿estás bien? - le pregunto muy preocupado.
- Si, estoy bien ha sido solo, no lo sé - dijo antes de abrazarle.
- Tranquilo, encontraremos una solución para todo, tú no eres el único que se está volviendo loco.
- ¿Lo dices por lo de anoche? Mi amor no estás loco solo tienes que aprender a controlarlo.
- Son demasiadas cosas.
- Lo sé, pero las afrontaremos juntos.
- Te quiero.
- Yo también te quiero - dijo antes de besarle.