Después de todo lo ocurrido Stiles fue a hablar con Simon sobre sus poderes. - Stiles - dijo Simon sorprendido al verle.
- Tu tía me ha abierto, ¿puedo pasar?
- Claro, ¿qué haces aquí?
- ¿Es que necesito una excusa para venir a ver a mi novio?
- No, imagino que querrás hablar de todo lo que ha pasado.
- Si, ¿desde cuando tienes poderes?
- No lo sé, supongo que desde siempre.
- ¿Siempre?
- Es muy largo de explicar.
- ¿Por qué no me lo contaste?
- Dijiste que yo era lo único normal que tenías, no quería que tuvieras otra cosa más de la que preocuparte. Stiles tengo miedo, no puedo controlarlo ni siquiera sé lo que me pasa.
- Simon tranquilo, mira no sé lo que te pasa ni lo que significa todo esto, lo que, si se es que te quiero, te quiero y no voy a dejarte, encontraremos alguna solución.
- Gracias.
Simon abrazo a Stiles y luego le beso. Stiles era lo mejor que le había pasado y se sentía muy afortunado de tenerlo en su vida.
Una semana después Stiles despertó gritando debido a sus pesadillas, su padre le oyó gritar y fue corriendo, tuvo que sujetarle para que se tranquilizara. A la mañana siguiente fueron al instituto y se dieron cuenta de que les estaba pasando lo mismo a Allison y a Scott, así que decidieron vigilarse unos a otros. Por la tarde Stiles fue a ver a su padre a comisaria y le dijo que había muchos casos no resueltos que podrían tener algo que ver con lo paranormal. De repente Stiles recibió un mensaje de Simon diciéndole que le echaba de menos y Stiles sonrió como un idiota.
- ¿Es Simon? - le pregunto su padre y Stiles se ruborizó.
- Puede.
- ¿Lleváis mucho tiempo juntos?
- No demasiado la verdad desde principios de este año, no hemos hablado del tema desde que...
- Stiles no me importa que seas gay, solo quiero que seas feliz, además Simon parece un buen chico.
- Lo es, es increíble - a Stiles le cambiaba la cara cuando hablaba de Simon, era muy tierno.
- Estas muy enamorado de ese chico, ¿verdad?
Stiles se rio nervioso - puede que un poco - dijo completamente rojo a lo que su padre se rio muy contento, nunca había visto a su hijo tan feliz desde que murió su madre.