Scott y Stiles se encontraban en el instituto, Stiles estaba en su taquilla y se dio cuenta de que Scott no paraba de mirar a Kira.
- ¿Que estas mirando? - le pregunto.
- ¿Que? ¿De qué hablas? - dijo Scott.
- De ella, la estas mirándola a ella, ¿te gusta?
- Ella no está mal.
- Pues invítala a salir - dijo Simon detrás de él.
- Mi amor, hola - le saludo Stiles.
- Hola cielo - contesto Simon antes de besarle.
- ¿Como estas?
- Mucho más tranquilo.
- Me alegro, sabes mi chico tiene razón pídele salir.
- ¿Ahora? - pregunto Scott.
- Si ahora - contesto Stiles pero Scott no le hizo caso.
Horas más tarde se enteraron de que un asesino sicópata andaba suelto por el instituto y buscaba a chicos con los ojos brillantes.
- Cuando lo han abierto han encontrado un agujero lleno de moscas vivas – les dijo Stiles.
- ¿Has dicho moscas? - pregunto Lydia.
- Lydia - dijo Simon.
- Llevo toda la mañana escuchando moscas, ese zumbido.
- ¿Igual que el zumbido de las moscas? - la pregunto Allison.
- Igual al zumbido de las moscas - contesto ella.
Comenzaron a buscarle por todo el instituto y se dieron cuenta de que un ingeniero en la sala de calderas podría hacer explotar todo el instituto. Lydia, Simon y Stiles dieron la alarma de incendios para sacar a todo el mundo del instituto, pero les pillaron. Por la noche secuestraron a Kira y fueron a rescatarla.
- No te muevas, espera a que venga la policía - le dijo Stiles a Simon.
- ¿Yo? Espera, ¿por qué? - le pregunto Simon.
- Porque solo tengo un bate.
- Tened cuidado - le dijo Simon antes de que se marchara.