Capitulo 14: Quien diría...

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¿Dónde había quedado la pelea de Frank y yo en cuanto a acostarse con Samantha? (Apenas lo recordaba un escalofríos me recorría) pues, no lo sé, ya tan sólo al paso de los días me dio igual. Estaba resignada. Aunque fuera cuando yo no era parte de su vida, en ese entonces, él había prometido no cambiarme nunca pero ya ven, los hombres son todos iguales. Ojalá Samantha no sea una prima perdida mía porque sería el colmo de los colmos.

- ¿en qué piensas, amor?

- Mmm…deseaba que Samantha no fuese una prima perdida mía- bueno, había veces en que no podía evitar decir algún mal comentario.

- No me compares con Gerard.

- No te he comparado.

- Dijiste que no querías que Samantha fuese tu prima.

- Claro, sería la historia de mi vida que…

- ¿qué? ¿Por qué te importa si Gerard estuvo con Charlotte o no?

- ¡Ahora te haces el que no sabes! – chillé.

- ¡Han pasado tres años!

- Tres años y aún no me has logrado sacar un te amo – sentencié. Miré el rostro de Frank lleno de tristeza. Eso había sido muy cruel de mi parte.

- Me quedó claro – caminó lejos de la cocina.

Me sentí muy cruel pero, el tan solo recordar a Samantha me ponía de mal humor y si mezclas Samantha, Gerard y Charlotte en una misma conversación, pues eso era el resultado.

Era estúpido pero me sentía muy enojada así que me fui directo a mi habitación y no salí de ella incluso cuando, al día siguiente, Frank se fue a New York.

Ese día, jueves, en la noche comencé a arreglar un bolso con las cosas que llevaría a casa de Angel. Un poco de ropa de cambio, toalla, un libro por si me aburría. Supongo que solo necesitaba eso.

Escuchaba como mi hermana y Angel chillaban por lo emocionadas que estaban.

Arriba las manos, já, que entretenido.

Viernes. 

Estado: Alejen al mundo de mí.

Era ya viernes, iba en el auto de Ray camino hacia la reunión de Angel y realmente, seguía de mal humor por la discusión que había tenido con Frank.

Además aún no llamaba.

- Creo que esta idea es estúpida – comenté. Ray sonrió.

- Lo es, bastante. 

- Además, debía ser sólo entre los del grupo y, Gerard, viene con su tonta novia.

- ¿si? Yo había escuchado que la chica estaba enferma…

- Sí, de lo idiota al estar de novia con un tipo como Gerard.

- Te apoyo en eso.

Cuando llegamos a la dirección que Angel nos había dado me sorprendí la capacidad persuasiva de mi amiga.

El lugar era un centro recreativo que estaba en mantención, excepto un lugar: la piscina temperada.

Entramos al lugar buscando a los chicos, pues, veíamos sus autos en el estacionamiento pero no había rastros de ellos.

- ¡Mikey, deja de salpicar agua! – escuché como chillaba mi hermana.

Vimos como nuestros amigos estaban corriendo de un lugar a otro como pequeños niños.

- ¡Sophie! ¡Llegaste! – Angel se acercó a mí ignorando a Ray – ven, vamos a dejar tu bolso a la cabaña.

- ¿Cabaña?

Cenizas parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora