Capitulo 4: Mas temprano que tarde

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Más temprano que tarde.

Todo el camino hacia la "pequeña-gran-casa" fue en silencio. 

Por un lado no podía dejar de pensar en que lo había visto y él a mí. Seguía igual que siempre, tal vez tenía una expresión más madura en el rostro pero, no sé por qué, sabía que él seguía siendo el mimso.

¿Cómo iba a enfrentar a Frank ahora? Nuevamente, había salido huyendo. No podía enfrentar a Gerard y demostrar que el pasado era solo eso.

Llevaba la mirada pegada en la ventana, realmente, me daba muchísimo miedo ver la expresión de Frank. Sabía que si lo miraba me sentiría mucho más culpable de lo que ya lo estaba.

Nos bajamos en silencio hacia la casa; Frank caminaba pasos más adelante que yo, estaba que me largaba a llorar por lo tonta que estaba siendo.

- Frank - susurré.

-¿qué? - preguntó este mientras buscaba la llave correcta.

- Lo siento - me disculpé con la voz apenas audible.

- Sophie - se giró para mirarme - ¿Por qué huyes? - su voz sonaba con mucha rabia y dolor - ¿Lo amas?

- Frank, no yo...- las lágrimas se agolparon en mis ojos - no pienses eso porfavor - di un paso hacia él - tú sabes que yo te quiero a ti - me tiré a abrazarlo pero sentí la tensión en su cuerpo.

- Sophie - dio un suspiro - No entiendo porque actúas así, no me pidas que no crea que aún lo quieres...

- Frank...- lo apreté aún más fuerte.

- Está bien pequeña - suspiró - después de todo yo gané ¿no? - levantó mi rostro y me miró fijamente - y gané el premio más hermoso del mundo. - se acercó y me besó suavemente. 

Me dio la mano y entramos en esa casa tan hermosa. 

Nos fuimos directo al living para sentarnos a ver un poco de televisión. 

Frank me acurrucó a su lado y comenzó a acariciarme los brazos y el cabello. 

Era increíble le seguridad que sentía estando a su lado. Me gustaba estar entre sus brazos y sentir que nada podía dañarme, que todo estaba bien si yo estaba junto a él.

Frank me daba calma y me hacía sentir querida, aunque de una forma tan inocente.

- Tengo hambre - comentó mientras me daba un beso en la frente - iré a ver si hay algo de comer.

-¿aquí hay comida? - lo miré incrédula.

-Claro que sí jajá - rió - traje un par de cosas para cocinar y un poco de mi ropa. Tú sabes, esos días en que...

-...sí sé que días - apreté los labios e hice una mueca.

- Creo que puedo hacer...- Frank se rascó la cabeza - no, creo que pediré comida.

-¿ y dónde? - me reí de él - aquí no hay servicio a la casa. ¿Recuerdas donde estás?

-Sí, pero el mundo aquí se está modernizando - tocó mi nariz con la punta de su dedo - lentamente pero lo hace.

- Muy lentamente - sonreí.

- Llamaré al nuevo restaunrant que hay. - Se puso de pie y fue al teléfono. ¿Teléfono? Ok, ya lo iba entendiendo este lugar tenía de todo.

Me estiré en el sofá y puse un brazo sobre mis ojos. Ya se me había olvidado el incidente con Gerard, era sólo una molestia del día.

- Qué sexy - comentó Frank. Yo quité, bruscamente, el brazo de mis ojos para verlo. - Estás en una pose muy sexy - volvió a repetir. Sentía que mis mejillas ardían.

Cenizas parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora