Me sentía la peor persona del mundo. El peor ser de todos.
Pero ya había tomado una decisión, ya basta de juegos y niñerías.
Yo me voy a casar con Frank Iero y él es la única persona a la cual debo ver, debo abrazar, besar…
Y tal vez me cueste un montón olvidar lo que recordé en cuanto al cariño que le tengo a Gerard pero ya lo viví una vez ¿Por qué no otra?
El día en que me alejé de Gerard Way me encerré en mi habitación sin saber de nadie; yo sabía que Frank no me buscaría, él cada día se alejaba un poco más y todo por mi culpa.
Ahora que lo pensaba yo me había dedicado a arruinar muchas cosas, una de ellas era la personalidad de Frank. Ya no era ese chico dulce y preocupado, ahora más bien era frío, malhumorado, celoso…
Que tonta he sido ¡Muy tonta! Sólo me dedico a hacerle daño a la gente que quiero…
-Frank – entré a su habitación un poco tímida
-¿Qué? – preguntó alzando la vista.
-Mmm… ¿Puedo sentarme a tu lado?
-Sí…
Ven, frío y distante.
Caminé y me puse a su lado, él siguió sumido en el libro que tenía en sus manos.
Debía comenzar a hacer las cosas bien de una vez por todas.
-Vámonos unos días a la casita de princesa – así le llamaba a la casa lujosa de Frank.
-¿Por qué? – preguntó desinteresado.
-Tal vez estar unos días tú y yo…
-¿te peleaste con Gerard? – preguntó aún más desinteresado.
-¿cómo? – lo miré atónita.
-¿Qué? Sólo pregunté si te peleaste con Gerard.
-Frank…- lo miré triste. Primera vez que intentaba hacer las cosas bien y él me decía algo así.
-Sophie, estoy un poco cansado sino tienes nada más que hacer podrías dejarme solo, por favor.
Me puse de pie sin decir nada y caminé de regreso a mi habitación.
Me senté en el borde de mi cama con un enorme nudo en la garganta. Me sentía extraña. El rechazo ¿no?
Desearía poder retroceder el tiempo, volver a esos días cuando Frank recién llegó al pueblo. Cuando éramos amigos y todo iba bien.
-Haz una maleta rápido – dijo Frank entrando en mi habitación.
-¿Por qué? – no quise levantar la vista.
-Nos vamos
-¿a dónde? – lo miré sin ganas.
-A la casa, tú sabes dónde.
-No, no te obligaré…
-Aish…
Frank tomó un bolso mío y comenzó a meter mi ropa y algunas cosas más. Yo sólo lo miraba; realmente, me sentía sin ganas como para ayudarlo u objetar algo.
Me arrastró, prácticamente, hacia el auto y luego nos marchamos hacia la casa lujosa.
El camino fue en silencio, yo iba pegada en la ventana y Frank sumido en la carretera.
Cuando llegamos yo subí directamente a la habitación. Frank llegó al rato.
-Tengo hambre
-Mmm… ¿pidamos una pizza?
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Cenizas parte 1
Fanfiction1- Los cuentos de hadas no son para mi 2- Dulce y amargo 3- Cenizas parte 1 4- Cenizas parte 2 5-Escala de grises PD: Quiero dejar muy en claro que esta novela NO ME PERTENECE, está sacada de una pagina de Facebook en la cual pueden acceder fácilmen...