Capitulo 12: Rechazo

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Increíblemente las cosas con Frank marchaban de lo mejor. 

No había peleas, ni mentiras, no sabía nada de Gerard. 

Habíamos ido un par de veces a su casa lujosamente genial y nos divertíamos haciendo tonterías o nadando en la piscina.

A veces veíamos películas o intentábamos cocinar, pocas veces nos resultaba.

Esa casa era como nuestro lugar especial y teníamos prohibido que alguien más viniera. Era nuestro secreto.

- Muy buena película – comentó Frank.

- Era Harry Potter, las has visto un montón de veces. – me removí un poco en el sofá.

- Pero siguen siendo muy buenas.

- Claro, claro – sonreí – Harry Potter, el mago adolescente.

- Eres mala con Harry Potter, no te ha hecho nada.

- Sí, robarme la atención de mi novio durante un par de horas…

- Uuuy, celosa, de Harry Potter. 

- Sí – me puse de pie y le saqué la lengua. Luego subí corriendo las escaleras.

Frank me persiguió por todo el segundo piso, era un lugar lleno de grititos y risas.

Entré en la última habitación esa que era toda hermosa.

Sabía que Frank me perseguía así que me escondí detrás de la puerta y cuando él entró salí corriendo escaleras abajo.

Era un juego tonto y sin sentido, pero divertido.

Me metí en el baño, adentro de la ducha y esperé a que Frank entrara. Lo escuché bajar parecía buscarme por todos lados. Se demoró un poco entrar al baño y cuando lo hizo yo tenía muchas de reír, me llevé las manos a la boca para no emitir algún sonido. Frank se acercó a la ducha y corrió la cortina.

- ¡Te pillé! – se metió dentro de la ducha y comenzó a hacerme cosquillas. Sin querer uno de los dos hizo que comenzara a salir agua y quedamos todos mojados.

- ¡No! ¡Toda mojada! – me quejé.

- Lloroncita – Frank se acercó a mí y me besó.

- Pero mira, estoy mojada – hice un puchero.

Él se alejó de mí para mirarme desde abajo hacia arriba, lo hizo muy lento y en algunas partes se demoró un poco más ¿Qué estaba viendo? 

Bajé mi mirada y noté algo, mi vestido, mojado, dejaba que todo se trasluciera.

Me sentía incómoda y no podía ser tan obvia, así que continué con el juego.

- Te ganaré al llegar arriba – salí corriendo.

Subí al segundo piso pero cuando estaba entrando en la habitación Frank me alcanzó. Me tomó entre sus brazos y me tiró en la cama, comenzó a hacerme cosquillas. Cuando yo ya no daba más de la risa se detuvo, me dejó respirar unos segundos y luego se acercó para besarme.

- Te amo – dijo y me volvió a besar.

Sí, me gustaban muchos los besos de Frank eran delicados y tiernos, pero esta vez algo iba cambiando, sentía que nuestros besos iban subiendo de tono. Me dejaba, de cierta forma llevar, porque llegaría hasta ahí solamente ¿verdad?

Una de sus manos comenzó a subir por encima de mi vestido aún mojado.

¿Realmente quería que pasara algo más?

Frank se alejó de mi boca para besar mi cuello, su mano llegó hasta uno de mis pechos y…

- Ya, ya, Frank, Frank.

- ¿qué sucede Sophie? 

- Yo, no puedo, no puedo.

- ¿Por qué no?

¿Por qué no? Llevaba tanto tiempo siendo su novia y lo conocía bien, sabía que no me lastimaría.

- Todavía no me siento lista – sí con 20 y tantos y aún no me sentía preparada.

- Ok…- en su voz se notaba algo como decepción.

El resto de la tarde estuvo un poco tensa o, tal vez, yo la sentía así porque Frank seguía comportándose de la misma forma.

Comimos pizza y luego cuando ya oscurecía nos regresamos a la pensión.

Frank se sentó a conversar con mamá un rato y yo subí a mi habitación. Había sido muy extraño todo lo que había ocurrido. 

Debo suponer que él seguirá un poco contrariado por lo que ocurrió y, hasta, talvez se sienta mal. Lo rechacé, eso fue lo que hice. Rechazarlo.

- Sophie…

- Pasa, Frank.

- Oye… - se sentó en el borde de mi cama.

- Dime.

- No quiero que estés pensando en lo que sucedió hoy ¿si? Si tú quieres esperar te entiendo, no te voy a presionar.

- Lo siento mucho…

- No, no te preocupes. No seas tontita – Frank se acercó a mí y me dio un abrazo – Te amo linda.

Salió de mi habitación dejándome un poco extraña con la situación.

Por una parte él me entendía pero por otra podía ver en sus ojos que algo andaba mal.

Cenizas parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora