Eli llegó a la agencia y entrando sin perder tiempo fue directo a la sala de reuniones donde se encontró con sus seis compañeros y el jefe quienes estaban a la espera de la razón de esa urgente reunión. Tomó asiento en su lugar no sin antes darle un beso al pequeño Bruno que estaba en brazos de Aranza.
- Estaba sola con él cuando mandaste el mensaje y no tuve con quien dejarlo- explicó su amiga ante su mirada.
- ¿Y bien? ¿A qué se debe todo esto?- preguntó el jefe mirando la castaña.
Eli respiro profundo y sin perder tiempo comenzó a relatar lo sucedido en el estacionamiento horas atrás. Todos estaban muy sorprendidos por lo que Eli contaba y frustrados por el hecho de que no lo haya podido identificar.
- No puedo creer que hayas tenido a ese animal tan cerca- comentó Spencer.
- Lo que yo no puedo creer es que no haya podido hacer nada- responde Eli.
- Estabas desarmada, realmente te agarró indefensa- dijo Aranza.
- Debemos cuidar a nuestras familias- dice Derek.
- Si, y mientras no nos queda más que seguir buscando pistas e investigando bares- dice su jefe.
- Y eso lo haremos mientras sigue matando- dice Eli frustrada mientras sale de la sala de reunión.
Entra a su oficina para una vez más mirar todo lo que existe en ese momento para ver si no haya escapado alguna pista importante,
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Luego de tanta insistencia de sus compañeros y al final por una orden de su jefe la castaña se encontraba en el ascensor de su edificio para llegar a cumplir esa orden de descansar y no volver al trabajo hasta el siguiente día.
Una sonrisa se le formó al salir del aparato ya que vio a su amada pelirroja frente a su puerta a punto de tocar el timbre. Kate al escuchar el sonido del ascensor volteo y sin dudarlo correspondió a la sonrisa de la castaña con una igual de radiante.
Eli se acercó y sin mediar palabras juntos sus labios dándole un desesperado y necesitado beso el cual la pelirroja recibió y devolvió gustosa pero no le paso desapercibido que la mayor no se encontraba bien.
Entraron y luego de decirle a la pelirroja que se pusiese cómoda y que podía sentirse como en casa Eli se fue a su habitación a dejar todas sus compras y cambiarse de ropa por algo cómodo.
Ya con su pijama y luego de mirarse una última vez al espejo se sentó en su cama cerrando sus ojos y respirando profundo para tratar de espantar aquel miedo que sentía por las palabras de aquel criminal. No sabía cuánto tiempo había durado así cuando sintió el lado derecho de la cama hundirse y luego una mano sobre la suya.
- ¿Qué sucede?- escuchó a Kate preguntar.
La mayor la miro y sintió un poco de miedo pero sabía que lo mejor era contarle y mantenerla alerta para que se cuidara en todo momento. Soltó un suspiro y se lo contó todo sin guardarse ningún detalle y al terminar espero alguna reacción o comentario de la pelirroja.
- ¡¿Te imaginas que te hubiese pasado algo?!- preguntó la pelirroja en un grito.
- Kate...
- Es que tu curiosidad es peligrosa, y además se te ocurre andar desarmada, como vas a ir por la calle tan vulnerable, es que no ves que al ser detective te pueden hacer daño algún criminal por venganza y...
Eli no pudo evitar sonreír ante la graciosa, desesperante y divertida reacción de la menor ante el tema. Estaba tan seria, molesta pero la veía tan tierna y tan perfecta. No sabía cómo esa pequeña y maravillosa locura se había calado en ella de esa forma tan fuerte.
- ¡Por Dios! ¡Te imaginas como me hubiese puesto yo si te sucede algo!- exclamó.
Ambas chicas, pero sobre todo Kate había quedado en silencio luego de esa importante confesión, ya que si bien sentían algo muy fuete la una por la otra nunca se lo habían dicho con palabras o con aquella tan conocida palabra que ha existido entre dos personas que se aman.
- Mientras estabas aquí preparé algo de cenar, eso era lo que venía decirte antes- dijo la pelirroja para luego salir de inmediato de la habitación.
La cena estaba pasando entre un silencio no tenso, se podría decir tímido para las dos ya que después de aquella confesión minutos atrás no habían sido capaces de entablar alguna conversación.
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Habían pasados dos largas horas las cuales la habían ocupado en ver una película, que al terminar la pelirroja decidió que era hora de irse.
- Quédate por favor- pidió Eli.
A pesar de la timidez que existía por no atreverse a expresar que no solo era diversión y atracción sino que algo más como se lo han demostrado con sus sorpresas, Kate no lo dudo y aceptó quedarse.
Luego de ponerse una de las pijamas de la pelirroja se acostó a su lado, Eli sin aguantarlo más la rodeo por la cintura y la pego a su cuerpo.
- Prométeme que te cuidaras- susurra Eli en su odio sin ocultar la preocupación de su voz.
- Lo haré, lo prometo- responde Kate luego de acomodarse para poder mirarla a los ojos.
- Oye pelirroja- llama Eli la atención de la menor.
- ¿Dime?
- Te amo- confiesa la castaña al fin.
Kate abre sus ojos por la sorpresa y por lo que causó esas palabras en ella y eran sensaciones que nunca había sentido. Sin poder disimularla ni mucho menos ocultarla muestra una deslumbrante sonrisa al saber que si era correspondida y no era necesario ocultarlo más ni a ella misma ni a la mujer que tenia frente a sus ojos.
- Yo también te amo detective- confesó sin dudarlo y con esa misma seguridad tomó los labios de la castaña con los suyos en un profundo beso que sellara esa hermosa confesión de ambas que ahora estaba hecha no solo con besos, miradas y sorpresas sino con aquella palabra tan importante que existe y es la única que puede explicar lo que hay dentro ambas.
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ASALTO SENTIMENTAL [libro # 5]
Ficção AdolescenteEli Barnett de veintiún años y Kate Uzcategui de diecisiete años, dos chicas que al momento de conocerse sintieron de inmediato una gran atracción. La cual Eli trata de negar y de la que trata de huir por solo la diferencia la edad. Pero muchas cosa...