— ¡Levántense, malditos flojos! — Golpeó la reja, la señora que no tiene nombre, desperté ante el sonido alarmante.
Para mi sorpresa, encuentro a Axel con los ojos muy abiertos hacia la ventana, él también lo vio, Axel era la única persona en la que confiaba en estos tiempos, ya que era la única quien sabe de mi agresor. Su acción se me hacía tan tierna. Volteó, grandes bolsas se le formaron por debajo de los ojos, color morado. Sonrió.
— ¿Te sientes mejor?
Asiento.
—Tórtolos y mal tercio, les tes toca ir con el doctor el día de hoy. Tengan su horario. —Lanza los papeles al suelo, le doy su respectivo a cada uno.
—Me toca a las tres de la tarde. —Anunció Axel. — ¿Te digo algo? —Asiento. — Somos vecinos. 2C y tu 2A, algo quiere el destino, ¿no crees? —Reí. La cosa era que eran como cuadros, comenzaba el mío de un lado de la arista era A del otro B enfrente C y a otra arista del otro cuadro era D.
—Yo vivo en el 10B. —Dijo Onix, triste. —Siempre estoy solo.
—Ahorita estás con nosotros, disfrutanos. —Le dije y volteo a verme, sus ojos se iluminaron. La gente no entiende que las personas que no encajan simplemente en la sociedad no son malas personas, naturalmente son como ellos, con defectos, pero nadie es perfecto.
— ¡Eh, Novack! Tienes una visita. —Dijo la señora.
— ¿Cómo se llama ella? — Musité.
—A ella le decimos gata parada, está bien pinche flacucha y las piernas bien larguchas. —Carcajeé.
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Espero hayan tenido un hermoso domingo. Sino, mi inbox está disponible para quien sea.❤–Pudín.
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Más allá de los ecos
Mystery / ThrillerÉstas son dos personas corrientes en un bar, pero la bella dama que él ve no es para nada común. Mientras él la mira y la escanea, ella se encuentra disfrutando de una espléndida noche. Después de aquello, una carta tras otra son recibidas, la in...