2.9

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Volé a mi casa. A casi las 4 de la mañana, era el único en las calles de Sydney y yo desafié sus límites de velocidad un kilometro a la vez. Bueno, tal vez veinte a la vez, pero no había ningún carro de policía a la vista.

Abrí la puerta delantera, sin molestarle en trabarla o incluso cerrarla. Gabby estaba sentada en la cama, sus ojos apenas abiertos del cansancio, mientras intentaba leer un libro. Una parte de mi esperaba que no se hubiera quedado despierta por mi, pero la otra parte sabia que eso es lo que haría.

Me quité los zapatos y me metí bajo las sabanas, abrazándola a mi. Ella se dejó abrazar, estaba muy cansada para incluso acomodarse. Sonreí al verla sobre mi pecho. Su calor en mi corazón era suficiente para hacerme sentir el rey del universo.

"¿Vamos a hablar de lo que pasó?" Murmuró, pasando sus bracitos por sobre los míos, abrazándome.

Le dejé un beso en la coronilla y hable sobre su cabello. "Si, eso creo." Respiré hondo. No había manera de simplificar lo que Aislynn me había dicho hacia no mas de una hora. Mientras le contaba toda la verdad a Gabby nunca me desvié de los hechos. Sabia que sonaría extraño -aún no tenía mucho sentido para mí- pero no podía pasar otro segundo escondiéndoselo.

Empecé con las acusaciones de engaños. Sentí a Gabby tensar se en mis brazos cuando mencioné sus sospechas sobre mis infidelidades, pero juré no estar molesto. Necesitaba que supiera que no la había engañado y nunca lo haría. Hasta pasaría el resto de mi vida demostrándoselo. Ella era mucho que perder, es todo para mí.

Para mi sorpresa, ella no me detuvo para hacer preguntas cuando hablé de las habilidades de Aislynn para meterse en los sueños ajenos. Quizá era el horario de madrugada o que estaba muy cansada. Por un momento me pregunté si Aislynn ya le habría dicho a Gabby sobre esto pero, ¿por qué me mentiría diciendo que Michael era el único que sabia?

Hablé por lo que parecieron horas hasta terminar la historia, pero cuando lo hice, sentí un gran peso dejar mis hombros.

"Y," dije, un suspiro dejando mis labios "eso nos trae a ahora." Pasé una mano por mi cabello anticipándome a su respuesta.

Ella se movió en la cama, pasando una pierna a cada lado de mi cadera, y lentamente me abrazó por el cuello. "Bueno," empezó, dándome un rápido beso en los labios. "Si esa fue una historia pata hacerme creer que no me engañaste... estoy impresionada." Sonaba demasiado casual y eso me asustó. Ella no creía realmente que tuve el tiempo o imaginación para pensar en semejante mentira, ¿verdad?

"No Gabby, nunca te mentiría. También me asusté bastante al principio, pero tienes que creerme yo-"

"Ash," me detuvo tomando mi rostro y acercándolo al suyo. "Bromeo. Es decir, creo que lo hago. Es bastante que procesar, ¿ok?"

"Ok." Presioné mi frente en su pecho tratando de esconder mi rostro. Ella no me creyó. No creo que pudiera aguantar el llanto y no quería que me viera así. No era que estaba triste, mas bien frustrado. ¿Todavía creía que la había engañado? ¿Realmente pensaba que diría todo eso para encubrir una indiscreción que juraba con mi vida ser falsa?

Ella suspiró y aflojo su agarre, sostuvo mi barbilla con una mano y me hizo mirarla a los ojos. "Ash, amor habla conmigo."

"Yo..." Mi voz se desvaneció y sentí un pinchazo familiar en mis ojos. "Creo que estoy asustado."

"¿Por que lo estas?"

"No puedo perderte. Se que fue todo un sueño peor esos recuerdos eran reales y nunca había sido tan feliz en mi vida como contigo. No mucho tiene sentido ahora, y quizá nunca lo tenga pero se que si alguna vez te pierdo..." Mis palabras se ahogaron en mi garganta y dejé caer solo una lágrima, incapaz de evitarlo. Mordí mi lengua larga tratar de que no caigan más.

"Hey," Susurró, sentándose en mi regazo, cruzando sus piernas detrás de mí. Inmité su posición paga que estuviera mas cómoda entre mis piernas. Sus manos pasaron de mis hombros a mi pecho y a su regazo. "No voy a ningún lado. Tal vez ambos podemos ir a hablar con Aislynn y ella puede mostrarme lo que diablos haya hecho contigo."

Dejé salir una risa mezclada con suspiro. "Es la cosa mas extraña y no sé si quiero hacerte pasar por eso."

"Nadie dijo que estaba pidiendo tu permiso. Soy una niña grande."

Sonreí y puse los ojos en blanco. Me acerque y besé su frente. Si Aislynn le mostraba lo que me había mostrado a mí, le conviene que solo sea por unos minutos. No podía permitir que Gabby se sintiera atrapada en su cabeza por semanas como yo.

"Ok niña grande," La burlé, tomándola en mis brazos y acostándola a mi lado. Un gritito salió de su boca ante el movimiento brusco. "Volvamos a dormir un rato."

Ella gruñó y se volvió a la mesa de noche a ver la hora. "Tengo como 15 minutos antes de tener que levantarme para el trabajo."

Por dios, no otra vez. Suspiré y me alce apoyándome en mis codos para mirarla desde arriba. "Pidete el día. Te ves algo pálida." Puse mi mano en su frente como tomándole la temperatura.

Ella empujó mi mano. "No puedo Ash, apenas llegaste a casa. Sabrán que no me enfermé."

"¿A quien le importa? Quedate conmigo, ¿porfa?" Exageré un poco mis acciones, parpadeando mucho y usando toda mi cara para hacer un puchero.

Ella rió pero sacudió la cabeza. "Realmente no puedo."

"Si puedes."

"No puedo."

"Si puedes."

"Me despedirán."

"Te buscaré otro trabajo."

"¿Y donde me encontraras otro trabajo?"

"No lo sé, buscaré en el periódico."

"¿El periódico? Ashton, ¿has aplicado para un trabajo alguna vez?"

"Si, hace 5 años solía trabajar en KFC."

Ella estallo en risas y me empujó tratando de callarme. Cuando sus risas se detuvieron ya estaba de pie al pie de la cama con su teléfono. "De acuerdo." Advirtió. "Llamaré, pero si dicen que debo ir, no hay nada que pueda hacer."

Levanté mis brazos, rendido y esperé mientras llamaba.

"Hola," Su voz pasó de casual a sólo negocios en segundos. "¿Podría hablar con Lea por favor?" Tomó todo de mi para no reír ante el cambio. Ella me miró mal e hizo una seña para que me callara. "Hola Lea, es Gabrielle Irwin, yo... ¡Oh! Sabes bien... Si, sólo si no es problema. Entiendo completamente si tu... Oh. Gracias Lea, de verdad lo aprecio." Luego de colgar, Gabby tiró el celular en la cama y se arrojó a mi lado. La miré alfo confundido pero no dije nada mientras ella se abrazaba a mi pecho. "Nunca estuve tan feliz de que la hija de Lea sea una súper fangirl."

"¿A qué te refieres?" Besé su frente por lo que pareció la millonésima vez.

"Tiene como una cuenta de updates y literalmente le dijo a su mamá que me diera el día si llegaba a llamar."

Ambos reímos antes de dormir solo por un par de horas. Cuando noté que ella tampoco dormía, decidí mostrarle todas las partes de su cuerpo que mis labios habían extrañado 


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